No hay casi nada en común entre la shchi rusa de acedera y la sopa de miso japonesa, por lo que puede crear una gran sinergia culinaria.
La acedera es una de las primeras verduras que se pueden encontrar a principios de la primavera. La palabra “encontrar” no la he utilizado de forma casual. Esta planta crece en la linde del bosque en abril. En mi infancia, recogía estas hojas tiernas y frescas con mi abuela. Recuerdo su shchi de acedera con ternura.
Claro, la forma más segura de conseguir acedera es cultivarla en el propio jardín o comprarla a los agricultores. La variedad de acedera de jardín tiene hojas más grandes y gordas. Probablemente, esto es lo mejor para la sopa, pero yo quería recogerla con mi hijo en el campo más cercano. Las hojas jóvenes son las mejores.
La acedera está llena de vitamina C y una gran cantidad de vitamina A, por lo que mejorará la vista y ayudará a perder peso. Otra planta utilizada en la shchi verde de primavera es la ortiga. Se utiliza como antioxidante y reduce el estrés y la tensión. Si quieres reforzar tu sistema inmunitario con vitaminas y minerales, no dudes en optar por esta sopa.
La clásica shchi rusa de acedera se basa en un caldo de carne y contiene patatas, zanahorias y cebollas. La acedera añade acidez a la sopa. Por eso, tradicionalmente se sirve con un huevo y crema agria grasa para compensar el sabor agrio.
Hoy he decidido darle una vuelta a la receta. Me he inspirado en la sopa de miso, a la que puedes añadir lo que quieras (o eso creo). Decidí utilizar acedera y ortiga en lugar de wakame (alga marina), y sólo mantuve el shiitake y el tofu. Añadí fideos para que la sopa fuera más nutritiva. Le di un toque japonés añadiendo pasta de miso. Para que el plato siguiera siendo vegano, no utilicé caldo dashi, sino que preparé uno sencillo de verduras que combina perfectamente con su sabor natural. Al final, se convirtió en una magnífica fusión de dos platos.
Ingredientes:
Para el caldo:
Otros ingredientes:
Preparación:
Hacer el caldo añadiendo las zanahorias, las cebollas, el apio, el ajo, la pimienta negra y el laurel en 1,5 l de agua fría. Llévalo a ebullición y rehógalo durante unos 5 minutos.
Retirar las verduras del caldo.
Lavar y cortar las shiitake, y añadirlas al caldo. Deja que hiervan durante unos 10 minutos.
Corta el tofu en dados de 1 cm y añádelos también a la sopa. Apaga el fuego.
Añadir la pasta de miso. Para conseguir una consistencia homogénea, utiliza un colador. Sigue las instrucciones de tu pasta de miso en cuanto a las proporciones y añade sal al caldo si es necesario.
Lavar y cortar la acedera y la ortiga. Ten cuidado con la ortiga porque quema. Utiliza guantes al cogerla y trabajar con ella. Una vez que esté en agua caliente estará blanda y tierna.
Añade las verduras a la sopa.
Cocer los fideos siguiendo las instrucciones del envase, colocarlos en cada plato y verter la sopa caliente.
Sirve el plato con cebollas verdes frescas y semillas de sésamo.
¡Que lo disfrutes!
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