Te llevarás una deliciosa sorpresa al combinar una de las sopas eslavas más populares con el popular pan de centeno conocido como “Borodinski”.
Si nos adentramos en las tradiciones culinarias y buscamos las raíces de la combinación de sopa y pan en Rusia, es más probable que encontremos menciones a la comida con pan. Las sopas y el pan siempre estuvieron presentes en la mesa rusa. La pregunta es: ¿qué aspecto tenía realmente? En la mayoría de los casos, se trataba de un gran cuenco común de sopa caliente. El pan se servía por separado o se desmenuzaba en la sopa. Esto hacía que la comida llenara más y fuera conveniente para todos los miembros de la familia, tanto los mayores como los niños.
Hoy en día, el pan se sirve en forma de surtido de rebanadas, picatostes o como recipiente para la propia sopa. Muchos restaurantes rusos utilizan esta técnica de estilizar el plato para hacerlo más apetecible. La combinación de borsch con una barra de pan de centeno Borodinski es ya un clásico. Son perfectos en cuanto a la combinación de sabores y color. El pan de centeno ligeramente picante con semillas de cilantro y anís realza el borsch, haciéndolo más sabroso.
También se puede utilizar pan comprado en la tienda si se quiere repetir en casa. Según mi experiencia, el pan no debe ser demasiado fresco; esto no es difícil de conseguir cuando se vive fuera de Rusia. En mi caso, que vivo en los Países Bajos, encontré una barra de pan Borodinski con una larga vida útil en una tienda rusa local. Era perfecto: denso y compacto, adecuado para una ración individual.
Un requisito importante cuando se quiere servir el borsch en una hogaza de pan es cocer la base en el horno antes de servirlo. Yo dejé las paredes de algo más de un centímetro de grosor para que fueran capaces de retener el líquido durante más tiempo. Antes de verter el borsch en la hogaza de pan, lo froté con un diente de ajo. Por cierto, las rebanadas que quedan del núcleo se pueden tostar en el horno y servir como picatostes con otro plato. Finalmente, un último punto, ¡este borsch debe comerse rápidamente! Pero seguro que no será un problema.
Para hacer esta sopa, me gustaría compartir nuestra receta familiar de borsch con caldo de carne. Hoy he decidido añadir costillas de cerdo ahumadas a la carne de vacuno para que tenga un sabor más rico.
Ingredientes para una olla de 3 litros:
Preparación:
Poner la carne en agua fría y dejarla cocer a fuego lento durante 2,5 horas. Una vez hervida, quitar la espuma del caldo con cuidado.
Picar la cebolla finamente, rallar las zanahorias, el apio y las chirivías y freír en aceite hasta que estén blandas, removiendo de vez en cuando.
Poner la mezcla de zanahorias en un bol. Esto será útil al final.
Ralla la remolacha y guísala en la misma sartén que las zanahorias, añadiendo la pasta de tomate, el zumo de limón y el azúcar. El zumo de limón se añade no sólo para dar sabor, sino también para mantener el color de la remolacha más rico.
Tras 2,5 horas de cocción a fuego lento del caldo, la carne debe estar más blanda. En este punto, añade las costillas de cerdo, sal al gusto, pimienta, cilantro y laurel. Deja que el caldo se cocine a fuego lento durante otra hora.
Al cabo de una hora, retira la carne del caldo. Añade el repollo y las patatas cortadas en tiras finas.
En este momento se puede preparar el pan. Corta la parte superior y retira con cuidado el centro, dejando un borde de 1 cm. Coloca el pan en el horno y hornéalo a 130 grados Celsius durante unos 20 minutos.
Unos 10 minutos después de añadir la col, poner la mezcla de zanahorias y remolacha en la olla de la sopa.
Corta los pimientos en juliana y añádelos a la sopa.
Cuando las patatas estén listas, aliña la sopa con sal, exprime 2 dientes de ajo en ella, cierra la tapa y deja que la sopa infusione durante unos 30 minutos.
Frotar la base del pan con el ajo.
Vierte la sopa en el pan y pon la carne encima. Una hogaza de pan es una ración. Servir el borsch en seguida con la crema agria grasa, el perejil fresco y los bocadillos de manteca. ¡Que aproveche!
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