Los "rissoles de Skóvelev" son un plato de la época imperial que se elaboraba en honor del general Mijaíl Skóvelev, originario de San Petersburgo. Los habitantes de la ciudad del Neva adoraban e idolatraban a este intrépido comandante militar.
Mijaíl Skóvelev
Serguéi Levitsky/Dominio públicoMijaíl Skóvelev, cuya corta vida abarcó los años 1843-1882, era conocido como líder ruso y brillante estratega militar. Participó en la conquista de Asia Central por el Imperio ruso, así como en la guerra ruso-turca de 1877-1878, en la que fue conocido como el Libertador de Bulgaria.
Pasó a la historia con el apodo de "el General Blanco", como le llamaban cariñosamente entre sus tropas por cómo aparecía en las batallas vistiendo un uniforme blanco y montado en un caballo blanco. Sin embargo, aún hoy se le recuerda no sólo por su heroísmo y espectacular aspecto, sino también por los deliciosos "rissoles de Skóvelev".
Al parecer, el general Skóvelev nunca tuvo la oportunidad de familiarizarse con el plato que lleva su nombre. Murió antes de que se creara el delicioso plato.
Los rissoles de Skóvelev fueron muy populares a principios del siglo pasado. Durante el auge patriótico que acompañó a la entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial, en el menú del Club Inglés de Moscú apareció un plato que llevaba el nombre del valiente general. Así lo demuestra un menú encontrado en los archivos del 15 de octubre de 1914, en el que, entre otras cosas, se ofrecían para el almuerzo "rissoles de Skóvelev con guisantes". Más tarde, este plato se hizo cada vez más popular, y no sólo en los estrechos confines del club privado.
Los rissoles son pedazos de carne de forma ovalada con una corteza crujiente y frita. Para hacer el plato aún más jugoso, la receta original utilizaba grasa de ternera y buey, pero también se puede utilizar pechuga de pollo o ternera con mantequilla normal. Si no te gustan los guisantes como guarnición, prueba los rissoles con puré de patatas.
Rissoles:
Salsa:
Corta las cortezas del pan y remójalas en nata para que se ablanden.
Picar finamente la cebolla. Cortar la mantequilla fría en trozos.
Ahora toma el pan y exprime el exceso de nata, y luego añade sal, pimienta, cebolla y mantequilla a la carne picada.
Mezclar bien la carne picada y formar bolas del tamaño de una bola de billar.
Preparar la mezcla con los huevos, la harina, el agua y la sal.
Pasar las bolas de carne picada por la mezcla y luego por el pan rallado. Darles forma ovalada.
Freír los rissoles en aceite vegetal, cocinando a fuego medio.
Aparte, freír la harina en la mantequilla, añadir el agua y la nata agria.
Remover todo bien y volver a hervir. Verter la salsa sobre los rissoles. Puedes servir el plato con guisantes verdes, puré de patatas o cualquier guarnición que te guste.
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