Los caramelos conocidos en Rusia como “Belochka” (o “Ardillita”) gozaban de gran popularidad y eran adorados por los niños soviéticos e incluso por sus padres. La golosina es fácil de reconocer por su envoltorio con una graciosa ardilla pintada que sostiene una nuez en las patas.
El creador del famoso caramelo Belochka fue Grigori Borman, un pastelero de la época imperial. El primer caramelo Belochka producido en serie apareció a principios de los años 40 y fue fabricado por la Fábrica de Confitería Krupskaia de Leningrado.
Hoy propongo cocinar estos deliciosos caramelos que recuerdan con cariño todos los que pasaron su infancia en la URSS o también en Rusia. Mi versión, sin embargo, es un poco diferente de la receta clásica, y a quienes cuidan su salud les encantará. Mi receta no contiene azúcar ni aditivos nocivos. Satura perfectamente y se prepara rápidamente.
Estos caramelos se componen de pocos ingredientes, entre ellos avena, avellanas, trigo sarraceno y pasas. Esta receta de Belochka es apta incluso para veganos.
Al final, cubro mis caramelos con chocolate negro. Pero para una versión más sana, puede espolvorear simplemente cacao o dejarlo en su forma pura.
Copos de avena - 1 taza o 250 g
Avellanas - 2/3 taza o 175 g
Pasas oscuras - 2/3 taza o 175 g
Aceite de coco - 1-2 cucharadas
Trigo sarraceno sin tostar - 1-2 cucharadas
Miel o jarabe de arce - 1 cucharadita (opcional)
Chocolate - 100 g (opcional)
Triturar los copos de avena hasta obtener la consistencia de la harina.
Remojar las pasas en agua tibia durante 20 minutos; luego escurrir el agua.
Mezclar la harina de avena, los frutos secos y triturar.
Añadir las pasas y volver a triturar.
Verter el aceite, la miel o el sirope; amasar con la mano hasta obtener una masa espesa y maleable.
Se añade trigo sarraceno para dar el mismo crujiente que los caramelos legendarios. Si no tienes trigo sarraceno, no pasa nada; seguirá estando delicioso sin él.
Ahora forma los caramelos. A continuación, mételos en el congelador.
Derrite el chocolate y cubre los caramelos con él.
Por último, mételo en el congelador hasta que el chocolate esté completamente solidificado. ¡Nuestros caramelos ya están listos! ¡Que tengáis una buena fiesta del té!
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