Cualquiera que haya nacido en la URSS o en Rusia en los años 90 recordará ese tentador olor a pastel que emana de la cocina por la mañana. Es la abuela o mamá haciendo oládushki (o simplemente “oladi”). Estas dulces tortitas rusas hechas con harina y kéfir (un producto lácteo ruso fermentado) o cuajada están aún más ricas con mermelada, smetana (crema agria rusa) o miel. ¡Y desaparecen en un santiamén!
Batir el huevo con el kéfir. A continuación, añadir el azúcar y la sal y mezclar bien.
Incorporar poco a poco la harina y el bicarbonato. Es importante no añadir el bicarbonato por separado, sino mezclado con la harina, para que la masa cuaje bien. Mezclar la masa hasta que quede homogénea. Debe tener una textura parecida a la de la nata espesa.
Calentar la sartén con aceite de girasol. Cuando esté lo suficientemente caliente, úntela con mantequilla y divida la mezcla en pequeños redondeles. Los oladis se hinchan al cocinarse, así que deje algo de espacio entre ellos.
Cocínalos a fuego medio para evitar que se quemen. Cuando los oladis estén dorados por debajo, darles la vuelta.
Sírvelos con smetana, miel o mermelada al gusto, o espolvoréelos con azúcar. ¡Priátnovo appetita!
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