La administración del teatro Gogol-center ha invitado a la gente a participar en una manifestación junto al teatro.
Dmitry Serebryakov/TASSLa mañana del 23 de mayo en las redes sociales circuló la noticia de que se había registrado el teatro moscovita Gogol-center y el apartamento de su director artístico, el galardonado en el festival de Cannes Kiril Serébrennikov. Los miembros del Comité de Investigación llegaron al teatro acompañados de agentes del Servicio Federal de Seguridad, según algunos, y de agentes de las Unidades Especiales de la Policía, según otros. La entrada al teatro quedó bloqueada por hombres con pasamontañas y se prohibió salir a los actores y empleados del teatro, a quienes también pidieron que apagaran sus teléfonos móviles. El director, Serébrennikov, se encontraba en su casa, donde también se estaba llevando a cabo un registro, y sin comunicación con la prensa. Lo único que se sabía era que se encontraba con su abogado.
El Comité de Investigación de la Federación Rusa ha dado una explicación oficial: los registros están relacionados con un proceso penal de 2014 sobre malversación de fondos públicos destinados a la promoción de proyectos artísticos.
Se trata de un importe de unos 200 millones de rublos [3,5 millones de dólares], malversados por “personas no identificadas” de la dirección de la organización sin ánimo de lucro “7 estudio”: una compañía teatral creada por Serébrennikov en 2012 como una apuesta propia. Más tarde, esta compañía pasó a formar parte del teatro Gogol-center.
Kirill Serébrennikov. Fuente: Alex Yocu/Gogol Center
Hasta ahora, Kirill Serébrennikov había participado en el caso como testigo y por ahora se desconoce si este estatus cambiará. El director fue llevado a un interrogatorio.
En el comunicado del Comité de Investigación se aclara que los registros se están llevando a cabo en las instalaciones “de otras personas en distintas regiones” del país. Según aseguran fuentes anónimas en los órganos policiales, aquel día se realizaron registros en unas quince viviendas como mínimo. Entre ellas figuran los apartamentos de otros empleados del teatro, el centro de arte contemporáneo Vinzavod (donde la compañía “7 estudio” presentó sus primeras obras), y los domicilios de antiguos funcionarios del ayuntamiento de Moscú encargados en aquel momento de la asignación de los fondos públicos.
Hace dos años, en el teatro Gogol-center se realizó una auditoría de la actividad económica iniciada por el ayuntamiento. Como resultado, el teatro declaró una deuda de 60 millones de rublos [1 millón de dólares] (el ayuntamiento declaró 80 millones, 1,4 millones de dólares), y Aleksánder Kibovski, director del Departamento de Cultura del ayuntamiento, alegó que el Gogol-center era un teatro deficitario y culpó de los problemas económicos a Serébrennikov por exigir unos espectáculos demasiado costosos [el director artístico no se encarga de las finanzas del teatro, el responsable de ello es el director de la institución, que en aquel momento era Alexéi Malobrodski, nota de RBTH].
Además, Kibovski declaró a la agencia informativa TASS que desconoce que en el caso puedan estar implicados funcionarios de su departamento y ha propuesto esperar a que termine investigación antes de sacar conclusiones.
Sí, el artículo 165º del Código Procesal Penal lo permite, pero en “casos excepcionales”, es decir, “cuando no sea posible demorar el registro”. Entonces basta con que la investigación lo comunique al juez y al fiscal. Tras los registros u otras operaciones relacionadas con la investigación, el juez determina la legitimidad de estos procedimientos.
En los blogs especializados el teatro Gogol-center se describe como “el corazón del teatro libre y progresista” al que el gobierno a menudo pide explicaciones por sus arriesgadas puestas en escena.
“Hemos tenido que responder a las quejas más variadas procedentes incluso de personas anónimas. Según algunos, nuestra obra Los gamberros, basada en el libro Sankia de Zajar Prilepin, es extremista; otros han expresado su descontento por los desnudos en algunos de nuestros espectáculos, y otros incluso nos han denunciado por traicionar la tradición del teatro psicológico ruso”, comenta en una entrevista para Gazeta.ru Malobrodski, exdirector del teatro. Según él, varios diputados han solicitado en numerosas ocasiones registros del teatro. “La fiscalía era como mi oficina en aquella época”, añade, refiriéndose a que tras cada denuncia el Comité de Investigación y la fiscalía se veían obligados a llevar a cabo ciertas comprobaciones.
En 2016 Kirill Serébrennikov recibió el premio especial del Festival de Cine de Cannes por su película El estudiante (representada inicialmente en el Gogol-center basada en una obra de Marius von Mayenburg), y en 2015 otra de sus películas, Traición, fue nominada al premio principal del Festival de Venecia.
Se trata de un caso de malversación de fondos a gran escala y el implicado es Kirill Serébrennikov, no el teatro. La investigación está registrando los lugares en los que el director vive y trabaja. Sin embargo, algunas personas del ámbito teatral y literario han interpretado los registros como una medida de presión sobre el teatro y el director debido a su actividad artística.
“Para ser sincero y sin tener todavía ninguna información, lo único que puedo suponer es que Kirill, una persona que ha criticado abiertamente muchos aspectos de nuestra vida, ha llamado la atención de las autoridades y de los órganos policiales”, comenta a la emisora de radio Eco de Moscú el director Vladímir Mirzóyev. “Pero esto es solo una suposición mía”, añade.
“¿Qué dinero? ¿Qué tiene que ver el dinero? ¿Quién ha robado a quién? Es a nosotros a quienes están robando lo más valioso que hay en nuestro país: la cultura”, se pronunciaba la escritora Liudmila Ulítskaya.
La administración del teatro Gogol-center ha invitado a la gente a participar en una manifestación junto al teatro.
Al mismo tiempo, el Kremlin niega cualquier motivación política de lo sucedido y subraya que “no es un asunto del Kremlin”. “Aquí no hay nada que politizar, no existe ningún motivo para que el Kremlin tenga que estar al corriente de ello”, comentaba Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente de Rusia. Peskov señala que se trata de sospechas de malversación de fondos públicos, como ya ha informado el Comité de Investigación. “Ni la política ni la cultura tienen nada que ver en esto”, añade.
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