Las razones por las que deberías comenzar a leer a Chéjov ahora mismo

Este gran autor ruso se asocia estrechamente con el teatro. Sin embargo, no solo era un brillante autor de piezas tragicómicas sino que también era un genio del relato. Desgraciadamente quedó eclipsado por Tolstói y Dostoievski.


1. Sabía qué es lo que motiva a la gente

Antón Chéjov nació en la ciudad sureña de Taganrog en 1860. La casa en la que vivió es actualmente un museo. A los 19 años, Chéjov fue a Moscú y se matriculó en la Univesidad Estatal de Moscú, en la facultad de Medicina. Cuando todavía era estudiante comenzó a trabajar como doctor y practicó la medicina a lo largo de toda su vida.

Como en su trabajo vio gente de todo tipo sus relatos breves penetran en la esencia del alma humana, y sutilmente ironizan sobre la banalidad y la vulgaridad de la sociedad.

Los tres mejores relatos de Chéjov, según la elección del editor:

Amorcito

Olga es una dama de aspecto de querubín a la que sus amigos llaman “dúshechka” (algo así como amorcito). Tiene una necesidad vital de amar a alguien y cuando se casa con un director de teatro se interesa mucho este arte y se involucra en el negocio teatral. Tras la muerte del director se casa con el gestor de un almacén forestal y comienza a trabajar con él, pensando que la madera es lo más importante de la vida. Cuando su marido muerte... bueno, ya lo has entendido. Sigue y sigue. Solamente se siente feliz cuidando a un hombre y disolviéndose completamente en su mundo. Esto sigue siendo cierto todavía hoy y a ese tipo de mujeres en Rusia se les llama “dúshechka”.

Un hombre enfundado

Había un hombre que “siempre, aunque hiciera un tiempo espléndido, llevaba chanclos, paraguas y un abrigo con forro de algodón”. Tenía una caja especial para el paraguas, para el bolígrafo, para su navaja y para los relojes. Cerraba su casa con gran cantidad de cerrojos y al parecer quería encerrarse del mundo exterior. Hacía todo bien y tenía miedo de todo lo que se saliera de la norma. Finalmente, cuando murió y estaba en un ataúd su cara parecía contenta como si “le complaciera verse, al cabo, metido en un estuche del que ya no saldría nunca”. Si quieres leerlo ahora mismo en español, solo tienes que hacer click aquí

La dama del perrito

Esta es la historia de dos personas que no están felices en sus respectivos matrimonios y que por casualidad se conocen en un complejo de vacaciones en la ciudad crimea de Yalta. Tras encontrarse se inspiran mutuamente de manera temporal y la vida vuelve a sus corazones. Pero entonces sufren todavía más cuando se dan cuenta de que han estado desatendiendo a sus respectivas familias. En el siglo XIX el divorcio era algo inimaginable y tenía un procedimiento muy complicado. De modo que siguen quedando, disfrutando de su amor hasta que un día se dan cuenta de que ya no son jóvenes y sufren por la naturaleza ilícita de su romance. Si quieres leerlo en español haz click aquí.

Primeras ediciónes de los líbros de Chéjov de su biblioteca personal.

2. Gran sentido del humor, aunque sin pontificar

El inteligente sentido del humor es lo que los rusos llaman “risas a través de las lágrimas”, es decir, cuando te puedes reír acerca de los pecados y faltas de los otros, pero entonces te das cuenta de que tú mismo quizá hayas cometido los mismos errores y que, en general, todo el mundo es igual.

Una de sus características principales, y que hace que sea diferente a otros escritores rusos, es que sus historias no tratan de ser moralizantes. El lector puede sacar sus propias conclusiones así que el significado de la historia cambia según quien lo lea.

Hay una gran historia corta, El camaleón, cuando un hombre tiene un trato vejatorio con una perra hasta que se da cuenta de que es el perro de un general. De repente, comienza a preocuparse mucho por ella. El comportamiento del hombre cambia, según lo le digan a quién le pertenece el perro.

3. Explora la misteriosa alma rusa

Ya hemos mencionado el relato llamado Amorcito, que ayuda a comprender el alma de una mujer rusa con fuertes instintos maternales. Lev Tolstói reaccionó de manera negativa ante el hecho de que Chéjov nos hiciera reír con Amorcito. Tolstói quedó conmovido por la naturaleza y la habilidad para amar de esta ingenua mujer.

Los personajes de Chéjov son las llamadas “personas pequeñas”, marcadas por su ridiculez. El autor no trata de preguntarse por el significado de la existencia humana sino que muestra a la gente común con sus problemas cotidianos.

4. Arriesgó su salud por la escritura

Cuando ya estaba enfermo de tuberculosis, Chéjov realizó un largo viaje por Siberia hasta la isla Sajalín. En aquella época solo se conocía por ser una lejana tierra a la que enviaban presos al exilio. Un lugar peor y más distante que Siberia. Aunque Chéjov fue allí, valientemente, a investigar cómo vivían los locales. Incluso hizo una especie de censo de la población local y escribió un trabajo de no ficción en el que describe la vida de los habitantes de la isla, de la que poco se sabía anteriormente.

5. Sus obras de teatro inspiraron al método de actuación de Stanislavski

Las tres hermanas, El jardín de los cerezos, Tío Vania y La Gaviota, estas obras no necesitan presentación alguna. Todas ellas se estrenaron en el Nuevo Teatro del Arte de Moscú, que actualmente lleva el nombre de Chéjov. Olga Knipper actuó como protagonista en los papeles femeninos y la joven actriz se convirtió en su esposa.

Chéjov y los actores del Teatro de Arte de Moscú: Konstantín Stanislavski (a la izq. de Chékhov), Olga Knipper (a la izq. de Stanislavski), Vsévolod Meyerhold (a la der.), Vladímir Nemiróvich Danchenko (de pie a la izq. de Chéjov) y otros.

Chéjov revolucionó el teatro, le aportó las pausas, los largos diálogos y las discusiones comunes de cada día. Sacrificó la acción, que anteriormente había sido tan importante. Legendarios directores de teatro como Konstantín Stanislavski y Vladímir Nemiróvich-Dánchenko trabajaron junto con él e hicieron que el teatro fuera menos patético (centrado en el pathos), más cercano a la gente, y le privó del estatus de arte noble.

6. “La brevedad es la hermana del talento”

Se trata de uno de los aforismos de Chéjov más conocidos. Por cierto, Chéjov creo gran cantidad de frases ingeniosas que se incorporaron al ruso como aforismos. ¿No sabes qué pensamiento sofisticado poner en Facebook? Hay gran cantidad de citas de Chéjov.

La brevedad es una de las ventajas de Chéjov, frente a sus prolijos contemporáneos (saludos a Lev, de nuevo). La mayoría de sus historias son realmente cortas, y se tarda solamente unos cinco minutos en leer una, pero ofrecen un material infinito para pensar.

7. Gracias a sus libros los rusos comienzan a leer literatura

Entre las historias de Chéjov se encuentran aquellas con las que aprenden a leer todos los niños rusos en la escuela. Por ejemplo, Kashtanka, una historia de una perra que se pierde y acaba en la casa de un payaso. Él ama  a la perra, que parece tan inteligente. El payaso comienza a actuar con ella y durante un espectáculo Kashtanka ve a su dueño original y se va corriendo donde él llena de alegría.

Está también la triste historia de un pequeño niño, Vanka, que trabaja como aprendiz de zapatero. El día de Nochebuena no llega a casa y escribe una carta dirigida “al abuelo en el pueblo”, esta frase también se convirtió en un aforismo, significa que se manda algo a ningún lado.

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