El hombre de 37 años destrozó el cristal que protegía la obra llamada Iván el Terrible y su hijo Iván, 16 de noviembre de 1581 y perforó el lienzo. Declaró que lo había hecho porque cree que la pintura es una falsa representación histórica. En el lienzo se muestra a Iván el Terrible matando a su hijo. El hombre afirma que este hecho no es cierto.
Según la galería, el lienzo ha sido dañado en tres lugares diferentes y se ha roto el marco. “Afortunadamente las partes más valiosas de la pintura –los sujetos y las manos del zar y de su hijo– no han sido dañadas”, afirmaron representantes de la Galería Tretiakov a los medios. El cuadro ya ha sido enviado a los restauradores.
No es la primera vez que atacan esta obra, pintada en 1885. En 1913, un pintor de iconos y miembro de los viejos creyentes (cristianos ortodoxos que no aceptaron la reforma de Nikon en 1654), llamado Abram Balashov cortó el cuadro con un cuchillo. La obra también estaba colgada en la Galería Tretiakov. El pintor, Iliá Repin, fue allí inmediatamente para volver a pintar su trabajo, pero no pudo completar las labores de restauración debido a la ceguera cromática que sufrió al final de su vida. Solamente fue posible repararla gracias a las fotografías que se sacaron antes del ataque.
En el cuadro se muestra a Iván el Terrible matando a su hijo, el príncipe Iván. Los historiadores continúan debatiendo sobre este asesinato, que según algunos nunca llegó a producirse.
A lo largo de estos años, varios artistas rusos se han quejado de la presión que ejerce la iglesia ortodoxa sobre el arte. Aquí te lo contamos detalladamente.
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