Tras el final de la Guerra Fría, la carrera espacial entre la URSS y EE UU se detuvo. Pero, ¿qué habría ocurrido si no llega a pararse? El pintor estadounidense Nick Gindraux se imaginó esa realidad alternativa, en la que había bases soviéticas en la Luna y un poderoso cohete lleva a los primeros colonos de Marte desde el aeropuerto de Sheremétievo. Aquí mostramos algunos de sus cuadros.
Las bases soviéticas están situadas en la Luna y las estrellas rojas miran orgullosas hacia la Tierra.
La estación de comunicación es un punto de encuentro entre los exploradores espaciales y sus familias con la Tierra, tan cercana y tan lejana, al mismo tiempo.
Los cohetes rusos se envían a Marte desde Sheremétievo.
Muestra del interior y del exterior del aeropuerto de Sheremétievo.
Dos astronautas examinan una torre de alta tensión.
El vehículo lunar “Escita” chocó en las colinas lunares. El joven navegante Soloviov saca al herido Bíkov, que es el piloto. Tiene que llevar a su amigo sobre los hombros a lo largo de 30 km, hasta el módulo residencial más cercano, aunque todo se resolverá bien.
Instalando de una tienda en la Luna.
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