Hitler se sube a un bombardero para destruir personalmente Moscú. De camino a la URSS, se encuentra con los “gremlins del Kremlin” que destrozan su avión y arruinan su malvado plan.
No se trata de la peor pesadilla de Hitler, sino del argumento de unos dibujos animados producidos en mayo de 1944 por Warner Bros. y un equipo de animadores estadounidenses que crearían los famosos Looney Tunes unos años más tarde.
El argumento de Rapsodia Rusa es indicativo de la visión que el público estadounidense tenía de la Segunda Guerra Mundial en 1944: Hitler es representado como un amante de la guerra que está destinado a perder.
En la caricatura, frustrado por los fracasos de la Wehrmacht, Hitler declara que pilotará personalmente un bombardero para destruir Moscú, la capital de la URSS. De camino a la ciudad, los gremlins -criaturas traviesas que, según se cree, causan averías en los aviones y otras maquinarias- empiezan a desmantelar el avión de guerra nazi sin que Hitler se dé cuenta.
Las molestas criaturas se vuelven locas con el equipo del avión, destruyéndolo mientras cantan “Somos gremlins del Kremlin” al son de melodías rusas clásicas como Ojos negros o La canción de los remeros del Volga.
Junto a ellos cantan otros gremlins:
Somos gremlins del Kremlin
Da da da da
Somos gremlins del Kremlin
Da da da da da
Soy un gremlin del Kremlin
Oh
Somos gremlins rusos
En el cielo encontramos
los aviones de Schicklgruber.
Los estrellamos contra el suelo,
No hay nada que nos guste más que destrozar los Messerschmitts
Y enviar en pedacitos a la tierra bombarderos pesados.
Napoleón y su ejército nunca llegaron a primera base.
Ahora empujaremos a esos asquerosos nazis hasta la cara de 'der fuehrer'
Estamos aquí, estamos allí, estamos en todas partes
Estamos en el pelo de los nazis
Y cuando tratan de atraparnos
somos los pequeños hombres... que no estaban allí
Somos los hombrecitos que no estaban allí.
Tras los cinco minutos que dura el maltrato al desprevenido Hitler, los gremlins revelan su presencia y echan al líder nazi del bombardero y lo lanzan en caída libre. Hitler llega a tierra firme e intenta protegerse de la caída del bombardero, pero el avión acaba golpeándolo y enterrándolo vivo, mientras se crea una lápida hecha con la cola del avión.
El dibujo animado, de siete minutos de duración, termina con una toma final de un gremlin que golpea a Hitler con un mazo.
En cierto modo, Rapsodia rusa bien podría haber sido un mensaje personal de Warner Bros a la Alemania nazi, ya que el aspecto de los gremlins estaba basado en los empleados del departamento de animación de la propia Warner Bros.
Sin más preámbulos, ¡disfruta!
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