Cómo ‘Kalinka’ se convirtió en la canción rusa más popular

Russia Beyond (Foto: Said Tsarnaev/Sputnik; Legion Media)
¿Se puede imaginar algo más folclórico que la canción ‘Kalinka, malinka’? En España esta famosa melodía tiene vida propia y se conoce con letra diferente: ‘Yo soy, español, español, español’ y ‘Ay, no OTAN no, OTAN no, OTAN no’.

¡Kalinka, kalinka, kalinka moya! Este sencillo estribillo folclórico es uno de los más reconocibles en Rusia. Pero, en realidad, su autor la escribió simplemente en estilo folclórico.

Una canción para la representación provincial

En la segunda mitad del siglo XIX, surgió la moda de todo lo ruso en diferentes círculos sociales. Las damas nobles llevaban tiaras de diamantes en forma de kokóshnik, los arquitectos diseñaban casas y restaurantes al estilo campesino, los músicos organizaban orquestas folclóricas profesionales. El interés por la música y las artes populares también era alto: mucha gente coleccionaba y reinventaba canciones tradicionales. Uno de ellos fue el compositor Iván Lariónov, de la ciudad mercantil de Sarátov, a orillas del río Volga. Era un entusiasta del folclore y coleccionaba canciones rusas mientras viajaba por el país. En 1860, un teatro local de aficionados le pidió que escribiera una canción para una representación. En aquella época, Lariónov era el autor de varias canciones románticas populares, por lo que la canción Kalinka absorbió mucho de lo que el compositor escuchaba en la música tradicional.

Por primera vez, fue interpretada ante el público por el propio autor. Un amigo de Lariónov, el cantante y fundador del coro folclórico Dmitri Agrénev-Slavianski, que venía a Sarátov con conciertos, escuchó su canción y le pidió que añadiera Kalinka a su repertorio y a sus giras por el extranjero. Lariónov aceptó la propuesta y la canción provincial se hizo famosa en Europa e incluso en Estados Unidos.

Al público extranjero le gustó tanto que incluso se aprendió el estribillo: era muy fácil y pegadizo.

La palabra más rusa

La segunda ola de popularidad alcanzó a Kalinka después de la Gran Guerra Patria con el nuevo interés por la cultura popular rusa. La canción, antaño provinciana, apareció en el repertorio del Conjunto de Canto y Danza Alexánder Alexándrov, que también interpretaba música folclórica rusa.

Al mismo tiempo, apareció una danza colectiva con esta melodía, que todavía se interpreta a menudo en los conciertos.

Así es como Kalinka, malinka volvió al gran escenario y ahora se asocia a la cultura popular rusa. Sin embargo, no mucha gente sabe que la canción tiene un autor.

Y probablemente también hayan escuchado la versión de 2018 de Morandi.

Hoy en día, Kalinka ha traspasado hace los límites de la música. Así es como muchas personas en el extranjero suelen llamar a muchas cosas relacionadas con Rusia, por ejemplo, tiendas, empresas comerciales y marcas.

¿De qué trata la canción?

El nombre de la canción se refiere a dos tipos de bayas: el viburno y la frambuesa, que crecen en el centro de Rusia. Sin embargo, la canción no trata en absoluto de las plantas. Si la traducimos, simplemente obtendremos un galimatías:

¡Kalinka, kalinka, kalinka moyá! - ¡Viburno, viburno, mi viburno!

¡V sadu yágoda malinka, malinka moyá! - En el jardín hay una baya: ¡frambuesa, mi frambuesa!

Ah, pod sosnóyu, pod zeliónoyu, - Oh, bajo el pino, el verde,

¡Spat' polozhite vy menia! - Acuéstame a dormir,

Ay-liuli, liuli, ay-liuli, liuli, - [un canto derivado de la palabra ‘liulka’, cuna]

Spat' polozhite vy menya. - Acuéstame para dormir.

Además, el cantante menciona a una hermosa chica, que debería enamorarse de él, porque lo pide, y a un pino que hace demasiado ruido mientras duerme.

En realidad, la canción describe simplemente el estado de ánimo del protagonista, que disfruta de su jardín, de la naturaleza rusa y quiere ser un poco perezoso, como mucha gente en los días bonitos y calurosos.

“Yo soy español, español, español

En España, esta canción se conoce como Kazachok y tiene vida propia. La primera vez que se oyó Yo soy español, español español fue en las semifinales de la Euro 2008, tras la derrota de Rusia ante España. Después de aquella ocasión este cántico se ha escuchado en decenas de competiciones, tanto de fútbol como de otros deportes.

 Ay, no OTAN no, OTAN no, OTAN no”

Pero dos décadas antes de que la Kalinka rusa fuese transformada en un cántico de fútbol, se hizo popular gracias a una campaña política que se oponía a la entrada de España en la OTAN. En 1986, la izquierda usó la melodía de la canción folclórica rusa para exclamar: “Ay, no OTAN no, OTAN no, OTAN no”. Sin embargo, la canción no trajo la misma suerte a la campaña política como a la selección fútbol: en el referéndum ganó el “sí”.

Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes 

Estimados lectores,
Nuestro sitio web y nuestras cuentas en las redes sociales corren el riesgo de ser restringidos o prohibidos, debido a las circunstancias actuales. Por lo tanto, para mantenerte al día con nuestros últimos contenidos, simplemente haz lo siguiente:

  • Suscríbete a nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
  • Suscríbete a nuestro boletín semanal por correo electrónico: debajo de cada artículo hay un espacio para hacerlo.
  • Habilita las notificaciones push en nuestro sitio web.
    Instala un servicio de VPN en tu ordenador y/o teléfono para tener acceso a nuestra web, aunque esté bloqueada en tu país.

LEE MÁS: Imágenes que demuestran el poderío deportivo de la URSS

La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.

Lee más

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies