— Es la lengua rusa del extranjero y existen dos tipos: la lengua rusa estándar y el ruso dialectal.
La lengua estándar, al separarse de la metrópolis, conserva todas sus propiedades y sigue siendo la misma lengua, pero al mismo tiempo en ella surgen nuevos fenómenos, por lo general léxicos. Las nuevas palabras están relacionadas con las realidades de los países en los que se habla la lengua, realidades desconocidas en Rusia a las que hay que referirse de algún modo.
— Si nos referimos concretamente a Rusia, se trata de la lengua del pueblo, la que sigue hablando la población agrícola de nuestro país. Si hablamos del ruso del extranjero, se trata principalmente de la lengua de los antiguos creyentes, que emigraron por distintas rutas y en distintos momentos desde Rusia a otros países. Ahora viven en Polonia, Bulgaria, Rumanía, Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay, EE UU, Canadá y Australia.
— Los que acabaron en Latinoamérica eran antiguos creyentes procedentes de las regiones de Nizhni Nóvgorod y Vladímir. Debido a las persecuciones de inicios del siglo XVIII, se reasentaron en distintos lugares de Siberia y del Extremo Oriente. Los que lograron salvarse del poder soviético, a finales de la década de 1920 huyeron a China. Una parte de ellos se trasladó a Manchuria desde el Extremo Oriente cruzando el río Amur. Otra parte viajó desde Kazajistán hasta Sinkiang. Estos grupos no mantuvieron la comunicación ni conocían la existencia unos de otros.
— Hasta finales de los años 50, cuando durante la Revolución china comenzaron a crear koljoses.
Y como ellos ya conocían este sistema y sabían lo que era el poder soviético, no quisieron entrar en los koljoses.
El gobierno chino, que los había tratado muy bien (y cabe decir que todos los ancianos recuerdan China con mucha ternura y mucho amor y siguen de cerca los acontecimientos del país), les propuso escoger ente quedarse y aceptar todas las condiciones de vida políticas y económicas, o marcharse. Ellos escogieron la segunda opción.
A diferencia de la huida de Rusia, esto fue un reasentamiento organizado en el que participaron la ONU, la Cruz Roja y muchas organizaciones sin ánimo de lucro.
Dos países sudamericanos estaban dispuestos a aceptar a los antiguos creyentes: Brasil y Chile. Pero en Chile hubo un terremoto y fue reemplazado por Argentina. La mayor parte de ellos se marchó a Brasil. Y luego comenzó la migración interna.
— Al principio fue muy dura. En Brasil la tierra es de color rojo y el mantillo es muy fino, de solo cinco centímetros. Los antiguos creyentes dicen que cuando invitaron a un agrónomo local y le preguntaron “¿Qué se puede cultivar aquí?”, este dijo que en aquella tierra no se podía cultivar nada y que había que fertilizarla mucho, por lo que se dice que la tierra está cubierta de las lágrimas y el sudor de los antiguos creyentes rusos. Ahora los habitantes del estado de Paraná dicen orgullosos que esta es “nuestra tierra brasileña rusa”.
Sobre todo por motivos económicos. Los antiguos creyentes tienen grandes familias, tienen todos los hijos “que Dios les manda”, y estos nuevos hijos necesitan su espacio vital. Y en aquel momento en EE UU las tierras se vendían muy baratas. Si no me equivoco, a unos 20 dólares la hectárea.
— Hablan la lengua dialectal en la que se ha convertido la lengua de los antiguos creyentes durante los últimos 300 años. Esta lengua ha cambiado mucho, evidentemente, ya que su formación ha recibido influencias a lo largo de todo el camino que han recorrido y en el que se han ido encontrando con hablantes de otros dialectos y otras lenguas.
En su etapa más inicial, el dialecto de la mayor parte de los antiguos creyentes no incluía la reducción vocálica de las “o” átonas, pero ahora sí. Como resultado de los contactos con otros antiguos creyentes y con dialectos rusos del sur que también se habían desplazado a Sudamérica, se formó una nueva lengua que reúne rasgos de los dialectos del norte y del sur de Rusia (en los dialectos del norte no se produce esta reducción vocálica, mientras que en los dialectos del sur sí que se produce, es decir, que la palabra “korova”, que significa “vaca”, se pronuncia “karova” en el sur).
— La lengua rusa tiene una variación regional. En diferentes territorios se habla el mismo idioma, pero todavía hay cosas que son diferentes. Me refiero tanto a la lengua literaria como a la dialectal. Sería muy interesante observar si habrá nuevas diferencias dialectales entre la lengua que se habla en Bolivia y la de Brasil.
Ya he observado una cosa: en el dialecto de viejos creyentes de Bolivia apareció nueva palabra. Viven rodeados por tribus indias, una de las cuales se llama “colla”. Los viejos creyentes la llaman “kolya”. Entonces, “kolya” significa un indio y “kolintsi” son los indios, con su propia lengua “kolinski” y no español. “¿Sabes hablar kolinski?” En general, el dialecto es el mismo en todas las partes de América Latina donde viven viejos creyentes.
Retorno a la tierra de los antepasados
Según informa la diplomacia rusa, los “viejos creyentes” de Bolivia, Brasil y otros países de América Latina, descendientes de rusos que huyeron del Lejano Oriente debido al estallido de la revolución, tienen intención de instalarse en la región de Primorie.
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