Cuando una enorme tormenta de nieve llega a tu ciudad, es momento de dejar de fumar o de echarse los cigarros de puertas para adentro. Aunque una abuelita rusa no estaba dispuesta a hacer tales concesiones.
Una mujer de 65 años, habitante de Shajtiorsk (en la isla de Sajalín, a 9.500 km al este de Moscú) salió a su balcón para fumar, a pesar de la terrible ventisca. Aunque no está claro si consiguió encenderlo, el feroz viento rápidamente la llevó desde el balcón en el cuarto piso hasta una montón de nieve situado al lado del edificio.
Se llamó a una ambulancia pero el servicio médico no podía abrirse camino a través de la tormenta y acabó varado junto a la carretera. Afortunadamente, un obrero de la construcción vio lo que había pasado y fue a rescatar a la mujer y se ofreció a llevarla al hospital... en el balde de su excavadora, según comentan los medios.
La valiente abuela no tenía otra opción y aceptó la generosa oferta y fue transportada al hospital dentro del cucharón.
Aunque no haya fotos que confirmen el incidente -al parecer la tormenta de nieve era tan fuerte que no se podía enfocar- si necesitas una verificación del 100% entonces lee la noticia del hombre que se cayó de un noveno, se olvidó de ello y siguió bebiendo.
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