La furgoneta ‘GAZelle’ con Tetris salió a la venta allá por 2016; en total, durante 39 años de existencia del juego, se ha integrado en todos los electrodomésticos posibles, incluyendo lavadoras e incluso coches.
El Tetris es uno de los juegos más populares del mundo. No hay datos unificados y confirmados sobre las ventas y los métodos de recuento difieren. Pero el juego acaba regularmente en varias listas de los 3 mejores “juegos de todos los tiempos”, cediendo el paso sólo ocasionalmente a Minecraft (238 millones de copias) y Grand Theft Auto 5 (175 millones de copias).
Según los creadores de Tetris, si tenemos en cuenta la versión multiplataforma, desde 1984 se han vendido más de 520 millones de copias del juego. Esto lo sitúa en primer lugar con un amplio margen. Pero la cuestión no está ni siquiera en las ventas: se puede jugar a Tetris de forma totalmente gratuita en su web oficial y en cientos de sitios más. La cuestión es que este videojuego se convirtió en un fenómeno cultural, uno de los símbolos más reconocidos del entretenimiento digital, un monumento vivo al espíritu startup.
La canción rusa Koróbushka (banda sonora del juego) está fuertemente asociada en el mundo específicamente con Tetris. Nadie recuerda siquiera que, en realidad, tiene letra, tomada del poema Korobéiniki de Nikolái Nekrásov, escrito allá por el siglo XIX. Por cierto, la Tetris Company posee los derechos de las variaciones de Koróbushka desde hace más de 10 años.
Alexéi Makárenkov.
Archivo personal¿Cómo consiguió Tetris conquistar el mundo? “Tetris es un sencillo juego de puzzle con reglas simples pero interesantes, es muy dinámico”, explica Alexéi Makárenkov, bloguero de videojuegos. “La lógica del juego puede aprenderse en cuestión de segundos. Es muy fácil empezar a jugar, pero es difícil llegar a ser un experto. Al mismo tiempo, la curva de progreso es muy suave. Este juego es atemporal. Como el ajedrez, las damas y otros juegos de lógica”.
Alexéi Pázhitnov en 2013.
ImagineCup (CC BY 2.0)El Tetris fue diseñado por el programador soviético Alexéi Pázhitnov en 1984. En la década de 1980, trabajaba en el Centro de Computación de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, trabajando en el reconocimiento de voz en un ordenador Electronika 60.
Por aquel entonces, era popular en Moscú el juego de rompecabezas matemático Pentomino, en el que había que encajar fichas planas de cinco cuadrados hechas de madera en una caja. Para descansar de su trabajo, por la noche, Pázhitnov decidió digitalizar este juego físico. Pero el viejo ordenador no podía con él y hubo que simplificar el juego.
Las fichas de cuatro cuadrados (los “tetrominós”) caían por el campo de juego en la pantalla. Y así nació el nombre Tetris: de la combinación de la palabra “tetra” (“cuatro” en griego) y tenis (el deporte favorito de Pázhitnov). La primera versión del juego no tenía niveles ni puntos, pero el autor no pudo dejar de jugar a su creación durante varias semanas.
Aunque no sólo hay que dar las gracias a Pázhitnov por Tetris. Su colega, el programador Dmitri Pavlovski, también se interesó por el juego y puso en contacto a Alexéi con un joven aprendiz de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética llamado Vadim Guerásimov. Este último trasladó Tetris a un PC IBM y luego, junto con Pázhitnov, añadió al juego el recuento de puntos y el sonido.
Sin embargo, Pázhitnov es considerado el único creador del juego: Guerásimov tenía entonces 16 años y se le pidió que firmara un acuerdo por el que rechazaba todos los derechos sobre el juego, borrándose su nombre de todos los documentos. Guerásimov, Pavlovski y Pázhitnov viven y trabajan actualmente en el extranjero. Pazhítnov no concede entrevistas a los medios rusos, mientras que Guerásimov se mantiene alejado de todo contacto.
Pazhítnov soñaba con la fama mundial de Tetris. Pero el gobierno soviético intervino: la empresa monopolista Elektronorgtechnica (o Elorg), responsable de la importación y exportación de software en la URSS y en la que el propio programador trabajaría más tarde, se hizo con la propiedad. Dado que había diseñado el juego como trabajador de una empresa pública en un ordenador estatal, los derechos pertenecían a Elorg, es decir, al Estado.
El propietario de la empresa inglesa Andromeda Software, Robert Stein, que estaba de visita en Moscú por aquel entonces y se dedicaba al software, no estaba al tanto de esta situación. Negoció la compra del prometedor juego con Pázhitnov personalmente y recibió de él una copia del juego. Stein ofreció inmediatamente Tetris a sus socios de la británica Mirrorsoft (y su filial estadounidense Spectrum Holobyte). Al final, británicos y estadounidenses ya habían redactado un contrato por el juego, cuyos derechos ni siquiera habían comprado a la URSS.
Este incidente salió a la luz rápidamente: los periodistas de la CBS, intrigados por el juego de “detrás del telón de acero”, entrevistaron a Pázhitnov. En plena Guerra Fría, Stein acudió de nuevo a la URSS para negociar, pero fue rechazado. El precio era demasiado bajo.
Los estadounidenses, al mismo tiempo, ya habían preparado una versión para PC de Tetris, programando en ella una serie de tropos soviéticos: color rojo, la catedral de San Basilio, música folclórica rusa de fondo, una hoz y un martillo en el nombre en lugar de la letra “S”... Y entonces, el juego se puso a la venta en Estados Unidos en 1989.
El Tetris empezó a conquistar el mundo. Los rumores sobre el juego se extendieron por todo Estados Unidos: que era un arma secreta del KGB que debía paralizar la economía occidental. Todo el que tenía un PC jugaba al Tetris, incluso en su horario de trabajo. Los aficionados se saludaban con la frase “el KGB te vigila”.
En esta época, Japón se unió a la batalla por Tetris en la forma de la compañía Nintendo. Sin conocer a los verdaderos titulares de los derechos de autor, adquirió el juego prácticamente pirateado a otros propietarios ilegales y lanzó su versión en cartuchos para la consola NES (muy conocida en el espacio postsoviético, gracias a un clon pirata de la consola llamado Dendi) con una tirada de dos millones de copias.
Fue con uno de estos cartuchos con el que Henk Rogers (el presidente de una pequeña empresa japonesa llamada Bullet-Proof Software, que compró una licencia falsa a Spectrum HoloByte para el desarrollo de versiones para consola de Tetris) llegó a Moscú ese mismo año de 1989. Había llegado a la URSS a petición de Nintendo para negociar la compra oficial de los derechos a Elorg para una nueva consola portátil japonesa apodada Game Boy. Y los funcionarios soviéticos finalmente accedieron.
La portada del juego de Nintendo Game Boy, 'Tetris'.
David L. Ryan/The Boston Globe/Getty ImagesLa consola Game Boy vendió más de 30 millones de copias. Sólo con Tetris, Nintendo ganó más de 3.000 millones de dólares. A lo largo de casi 40 años de historia del Tetris, Nintendo vendió más de 43 millones de copias del juego. Con todo esto, hubo muchos pleitos entre varias empresas japonesas, estadounidenses y británicas a la vez por el derecho a lanzar versiones de Tetris para todo tipo de plataformas.
Henk Rodgers, Alexéi Pázhitnov, en el escenario durante el Q + A para el estreno mundial de 'Tetris' en 2023 SXSW Conferencia y Festivales en el Teatro Paramount el 15 de marzo de 2023 en Austin, Texas.
Frazer Harrison/Getty Images para SXSWHasta 1996, Pázhitnov no había recibido ni un céntimo por su creación. Fue entonces cuando expiró la licencia inicial y empezó a recibir unos derechos de autor bastante modestos. Por aquel entonces, tras mudarse a Estados Unidos, Pázhitnov fundó, junto con Rogers, The Tetris Company. En la década de 2000, la empresa empezó a impugnar los derechos de autor, persiguiendo la retirada de versiones pirateadas y clones de Tetris de todo tipo de plataformas. La misma empresa Elorg (ya privatizada tras el colapso de la URSS) fue comprada por The Tetris Company en 2005 por 15 millones de dólares.
Konstantín Sajnov.
Archivo personalTetris es un producto único, como cree Konstantín Sajnov, fundador del estudio Vengeance Games también por el hecho de haber sido creado por un programador soviético, cuando los videojuegos eran algo novedoso para la época.
“Los primeros éxitos masivos del ‘gamedev’ [el proceso de desarrollo de un juego - editor] comenzaron con el juego estadounidense Space Invaders (1971) y el japonés Pacman (1972). Para el consumidor soviético era algo especialmente nuevo. Sólo veían juegos como Acorazado y Nu Pogodi! (“¡Te vas a enterar!”) en los salones recreativos y las consolas portátiles. Así que Alexéi Pázhitnov no tenía detrás esta escuela de desarrollo de juegos, que empezó a surgir para los desarrolladores estadounidenses y japoneses”.
Según Sajnov, Tetris es un ejemplo de equilibrio perfecto: todo en el juego tiene su lugar y cada elemento contribuye a la experiencia global.
El Tetris, por cierto, es el juego más estudiado en psicología. Científicos de la Universidad de California incluso investigaron el llamado “efecto Tetris”. Descubrieron que los pacientes que jugaban al Tetris, incluso con amnesia, veían fichas flotantes antes de dormirse y sentían el impulso de ordenarlas.
“No sólo las fichas, sino cualquier cosa que flote delante de ti durante un periodo prolongado de tiempo, flotará después delante de tus ojos. El Tetris no es el único desencadenante”, explica Lev Perezhoguin, psicoterapeuta y doctor en medicina.
Por cierto, este efecto fue ridiculizado en uno de los episodios de la serie de dibujos animados Los Simpson, cuando Homer mete sus cosas en el maletero de su coche como si fueran fichas de Pentomino, con Koróbushka sonando, por cierto.
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