¡Qué ojos! El artista Damir Bozik pintó el retrato de un norteño de mirada hipnótica en la fachada de un edificio de apartamentos. No pasará de largo.
Un acogedor boceto casero: un niño bebe té de su taza favorita con una flor, y a su lado está su osito de peluche. Para los más atentos, el artista Artiom Jazanov dejó su marca registrada: el "abuelo-bublik".
Así es como la artista local Veronika Vologzhannikova representó la noche polar de Múrmansk. En sus manos, la niña sostiene la luna y las estrellas, que iluminan las casas de los habitantes de la ciudad.
En el patio de los edificios de Múrmansk se pintaron imágenes de leyendas y cuentos de hadas de los pueblos indígenas del Norte. La autora fue la artista yakuta Kydana Ignátieva, a quien le encanta utilizar motivos tradicionales en sus obras. Añadió a la fachada la imagen de una niña con traje sami, un reno y la noche polar.
Al otro lado de la misma casa, una moderna mujer de Múrmansk mira a los transeúntes, envuelta en una manta formada por las ventanas de la casa. Fue creada por la artista local Maria Mijáilenko, que cree que el edificio de apartamentos es la cara de las ciudades rusas. Y la imagen con la manta transmite la sensación de hogar.
Toda casa se vuelve más cálida con una alfombra, aunque ésta esté pintada por fuera. La artista Maria Rudakovskaia potenció el efecto de calidez añadiendo un enorme gato jugando con un dibujo de peces cerca.
El patio vecino se convirtió en puerto deportivo para dos barcos pintados. Su autor, Ilyá Baydakovski, pintó en otra casa un balcón con vistas a la bahía, colinas y un pesquero.
Y aquí está el torpedero soviético TKA12, que sirvió en la Flota del Norte durante la Gran Guerra Patria.
Chicas con libros es una de las imágenes más famosas del artista Andréi Zikich (que trabaja bajo el seudónimo de Artez). Se pueden ver en diferentes ciudades de Europa. ¿Adivinas qué libro está leyendo con tanto interés esta chica de Múrmansk?
Ya sea un reno o un hombre: para ver a esta fantástica criatura, hay que alejarse unos metros del edificio. Es sencillamente enorme. Lo inventó el artista Dmitri Potapov, inspirándose en las leyendas sami.
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