Los ejercicios del Distrito Militar de Kiev, o Grandes Maniobras de Kiev, se llevaron a cabo del 12 al 17 de septiembre de 1935 en la parte central de la República Soviética de Ucrania. Estos fueron los ejercicios más grandes del Ejército Rojo (como se llamó al Ejército soviético hasta 1946) antes de que estallara la Gran Guerra Patria en 1941. Participaron más de 60.000 militares, 1.040 tanques y vehículos blindados y 470 aviones de combate.
La misión principal de los ejercicios era poner a prueba la capacidad del Ejército Rojo para derrotar a un enemigo con un gran ataque utilizando las fuerzas combinadas de aviación, tanques, caballería e infantería. Aplastando rápidamente las primeras líneas del enemigo y llegando a su retaguardia, el Ejército Rojo evitaría así el peligro de quedar atrapado en una agotadora guerra de trincheras del tipo de la Primera Guerra Mundial.
Es más, el primer despliegue masivo de fuerzas aerotransportadas en la Unión Soviética tuvo lugar durante estos ejercicios, cuando 1.188 militares fueron lanzados desde los cielos con la misión de capturar un aeropuerto.
El 14 de septiembre de 1954, el Ejército soviético realizó ejercicios con el nombre en clave “Bola de nieve” que combinó el primer uso de armas nucleares con la participación de tropas en el campo de tiro de Totski, en el sur del país. La idea era probar cómo las tropas soviéticas podían atacar a un enemigo que había sufrido un ataque nuclear.
La explosión de la bomba nuclear RDS-2 fue seguida de bombardeos masivos de artillería y aviación. Después de eso, las tropas avanzaron a través de la zona de atacada. Más de 45.000 soldados, 600 tanques y cañones autopropulsados, 600 APC y 320 jets militares participaron en los ejercicios.
Algunas unidades cruzaron el área afectada a sólo 600 metros del epicentro de la explosión, e incluso varios aviones volaron a través del hongo atómico.
Después de la caída de la Unión Soviética, se supo que estos simulacros eran extremadamente dañinos para los participantes y la población local, entre los cuales las tasas de cáncer aumentaron significativamente.
La Unión Soviética repitió los ensayos nucleares con la implicación de tropas sólo una vez más, en 1956 en Kazajistán. En comparación, EE UU realizaron ocho ejercicios similares conocidos como “Roca del Desierto”.
El mayor simulacro naval de la historia soviética, Océano-70, fue dedicado al centenario del nacimiento de Vladímir Lenin. Las cuatro flotas soviéticas (las del Báltico, el Pacífico, el Mar Negro y el Norte) participaron en estos simulacros que se llevaron a cabo del 14 de abril al 5 de mayo de 1970.
80 submarinos (incluidos 15 de propulsión nuclear), 84 buques de guerra de superficie y 45 buques auxiliares realizaron maniobras en los Océanos Atlántico y Pacífico. También participaron dos regimientos de la Marina, 20 regimientos de aviación naval, ocho regimientos de aviación de largo alcance y unidades antiaéreas.
Los ejercicios tenían por objeto demostrar a la OTAN el poder de la Armada Soviética, y lograron ese objetivo. Los almirantes estadounidenses estaban seguros de que la Marina de la URSS no era rival para sus fuerzas navales, y se sorprendieron al ver cómo la joven flota soviética (todos los barcos tenían menos de 20 años) demostraba una coordinación efectiva y acciones conjuntas. Especialmente impresionante fue la “destrucción” de un grupo de portaviones durante una feroz tormenta del 23 al 25 de abril en el Atlántico.
El experto militar George W. Baer escribió en su libro Cien años de poder marítimo: la Marina de Estados Unidos, 1890-1990, que el Océano-70 resultó “revelador” para la Marina de Estados Unidos.
Desafortunadamente, este ejercicio no se libró de la tragedia. El 12 de abril, un submarino nuclear, el K-8, se hundió debido a un incendio mientras se dirigía hacia el punto de los ejercicios en el Océano Atlántico. Murieron 52 tripulantes, pero otros 52 marineros fueron salvados.
Uno de los simulacros más grandes e impresionantes de la historia del mundo, el Západ-81 (Oeste-81) involucró a más de 100.000 hombres. Se celebraron del 4 al 12 de septiembre de 1981, y no sólo en la Unión Soviética, sino también en varios países aliados del Pacto de Varsovia.
Los ejercicios se llevaron a cabo sin el despliegue de armas nucleares. En cambio, el Ejército soviético, fuertemente apoyado por la Fuerza Aérea y los gigantescos desembarcos de tropas aerotransportadas detrás de las líneas enemigas, rompió la defensa contraria con un poderoso ataque convencional. El objetivo después de 3-4 días de guerra era romper completamente la resistencia del enemigo principal.
Los ejercicios tenían por objeto demostrar a la OTAN que, incluso sin el uso de armas nucleares, el Ejército soviético era capaz de derrotar a cualquier oponente. Además, los modernos sistemas de control del ejército y los nuevos tipos de munición guiada de precisión fueron probados durante el Oeste-81.
Algunos aspectos de estos ejercicios siguen siendo secretos incluso hoy en día.
A diferencia de Oeste-81, cuyo escenario no consideraba el uso de armas nucleares, los ejercicios de Escudo-82 se llevaron a cabo en condiciones de guerra nuclear simulada.
En la primera etapa de los ejercicios, la Unión Soviética imitó un ataque nuclear preventivo. El 18 de junio de 1982, las Fuerzas de Misiles Estratégicos Soviéticas realizaron lanzamientos de entrenamiento de misiles balísticos y de crucero desde submarinos, instalaciones de lanzamiento, campos militares de tiro, buques de guerra y bombarderos estratégicos. Estos lanzamientos tuvieron lugar en tan sólo siete horas, lo que acabo bautizando a estos ejercicios como la "Guerra Nuclear de Siete Horas" en los medios de comunicación occidentales.
La fase de ataque nuclear fue seguida de ejercicios sobre el terreno, llevados a cabo por la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia, que se celebraron en Bulgaria y terminaron el 30 de septiembre de 1982.
El “Oeste” de la Unión Soviética en 1981 fue impresionante, pero ¿qué hay de su equivalente del 2017? Descubre lo que Rusia demostró durante estos simulacros pinchando aquí.
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