¿Tienes algún amigo que se llama Alan? Es posible que no sepa que el origen de su nombre está vinculado a un misterioso reino iranio, que existió en el territorio del sur de Rusia actual. Hace más de 1.500 años emigraron a Europa e influyeron en la creación de la leyenda del rey Arturo. Sabemos que suena algo raro... pero nos tomamos un poco de tiempo para explicarlo.
En el siglo IV d.C., los alanos establecieron un reino a ambos lados de una intersección estratégica de las rutas comerciales de la Ruta de la Seda. En el siglo X se convirtieron al cristianismo ortodoxo y mantuvieron estrechas relaciones con sus vecinos bizantinos y rusos.
Sin embargo, el territorio idílico de los alanos también era muy atractivo para algunos invasores, como Atila, rey de los hunos. Tras una nueva invasión mongola, el legendario reino de Alania fue borrado del mapa.
Pero es precisamente aquí donde comienza la historia. Cuando en el siglo V se produjo la invasión de Atila, rey de los hunos, un grupo de alanos fue a Europa en busca de mejores perspectivas. Realizaron unas incursiones despiadadas con su caballería y crearon pequeños reinos en lugares como la actual Hungría, Francia y España. Las excavaciones arqueológicas de cráneos alargados, joyas y telas de colores dan fe de la gran presencia de los alanos hasta el norte de África.
Los alanos dejaron una gran huella en Europa. En Francia, ciudades como Alaincourt y Allainville llevan su nombre y Cataluña se llamaba Got-Alania.
En Hungría, existe incluso una región habitada por descendientes de los alanos. Conocida como Jaśzberény (en húngaro, a los alanos se les llamaba “yas”), todavía conserva algunas tradiciones, como el soplo ceremonial de un cuerno del siglo IX. También se dice que el nombre Alan en inglés proviene de estos antiguos guerreros.
Sin embargo, la mayor deuda de Europa Occidental con los alanos es la leyenda del rey Arturo. Aparentemente, los celtas tomaron prestada la historia de un mito alano en el que un valiente caballero, Batraz, se embarca en varias aventuras con un vaso mágico que es muy similar al Santo Grial.
¿Dónde han ido a parar estos grandes guerreros que se aventuraron desde el Caspio hasta el Atlántico? ¿A quién deben dar las gracias todos los seguidores del rey Arturo?
En las montañas del Cáucaso Norte de Rusia hay una pequeña república, Osetia del Norte-Alania, cuya población habla todavía una lengua protegida por la Unesco y sigue las tradiciones de los antiguos alanos. De hecho, siguen vigentes las leyendas sobre Batraz, el rey Arturo original.
Hoy en día, la república cuenta con gran cantidad de atracciones turísticas: la “ciudad de los muertos” en Dargavs es un cementerio del siglo XVI en el que los antepasados de cada una de las familias allí presentes se encuentran en casas en forma de colmena. Aunque es de difícil acceso, el sitio es de una impresionante belleza natural y la arquitectura cuenta con un aire de un pasado misterioso y antiguo. Además, también está el monasterio de Fiagdón, una ciudadela alana construida en la ladera de una montaña, o la ecléctica mezquita Sunita. Osetia del Norte es conocida por su gran belleza natural y ofrece muchas oportunidades para hacer senderismo.
Los osetios no son los únicos pueblos del Cáucaso Norte con herencia alana. La vecina república de Karacháyevo-Cherkessia, es el hogar de algunas de las estructuras medievales más llamativas de Alania: el monasterio de Zelenchúkskaia, que se cree que es donde estuvo ubicada la antigua capital, Magás. Por su parte, la iglesia del Sur del siglo X es la iglesia en funcionamiento más antigua de Rusia. Al mismo tiempo, Ingusetia es otra república rusa que reivindica su herencia alana, y su nueva capital se llama Magás.
Así que, si crees que tienes algo de alano o te interesa la leyenda del rey Arturo, el Cáucaso Norte te está llamando.
Aquí te contamos otras fascinantes historias ubicadas en el Cáucaso Norte. Los protagonistas son cráneos extraterrestres, las montañas y miembros de la SS.
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: