En la URSS hubo un culto a la ciencia. El prestigio que tenían estas disciplinas era muy alto y los científicos gozaban de gran respeto. En gran medida era así por el hecho de que el marxismo era la ideología predominante del Estado bolchevique. Esta ideología se concebía a sí misma como “científica”, y en las universidades soviéticas incluso enseñaban “comunismo científico”.
La cosmovisión del pueblo soviético debía basarse en la razón y la ciencia, en oposición a la religión, predominante en la Rusia imperial, que tenía una tasa de analfabetismo terriblemente alta.
La ciencia era una parte crucial del programa educativo. Poco después de adquirir el poder, los soviéticos comenzaron a luchar contra el analfabetismo.
Inmediatamente después de la Revolución de 1917, los soviéticos comenzaron a abrir institutos de investigación. Solo entre 1918 y 1919, crearon 33 centros científicos. El primero fue el Instituto de Platino (fundado en abril de 1918). En 1923 había 56 institutos de investigación y, en 1929, habían llegado hasta los 406.
La ciencia fue un factor crucial en el avance tecnológico de la URSS a partir de los años 30, un período de rápida industrialización. A mediados de esta década los fondos asignados a la investigación científica se multiplicaron por 8,5, en comparación con el final de la década de 1920. A finales de los años 30 los soviéticos habían desarrollado completamente la infraestructura científica que había comenzado a formarse en Rusia desde el siglo XVIII.
La URSS dio mucha importancia a la promoción del conocimiento científico, especialmente entre los jóvenes. En la década de 1920, se fundaron revistas como Conocimiento es Poder y Joven Naturalista, y se crearon clubes y sociedades científicas para promover el conocimiento científico entre los ciudadanos soviéticos.
A principios de la década de 1950, se creó la organización Conocimiento (Znanie), que contaba con miles de miembros y cuyo objetivo principal era promover el conocimiento científico. Conocimiento también publicó numerosos libros y folletos que ayudaron a aumentar el nivel de conciencia científica entre millones de personas.
El éxito del programa espacial soviético supuso un gran impulso a la popularidad de la ciencia. Los principales acontecimientos fueron el lanzamiento del Sputnik y el primer vuelo de Gagarin. Los logros espaciales soviéticos se popularizaron mucho a través de los carteles.
A pesar de los obvios progresos científicos logrados, la economía soviética estaba muy burocratizada y a menudo no pudo desarrollar adecuadamente las innovaciones producidas por los científicos. Esto fue una de las principales razones del estancamiento de la economía soviética a partir de los años 60. Sin embargo, las autoridades insistían sin cesar en la necesidad de establecer un vínculo entre la ciencia y la producción industrial.
Así vivían los científicos nucleares en la URSS.
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