El trabajo femenino era común en Rusia incluso antes de la Revolución, sobre todo en la agricultura pesada. Había muchas mujeres que daban a luz incluso en el campo.
Posteriormente apareció la mano de obra contratada y la gente de la reserva campesina aprovechaba cada oportunidad para ganar algo de dinero. ¿Recuerdas a Los Sirgadores del Volga de Iliá Repin? Aquí se reencarna en forma femenina. Por cierto, el Sura es un afluente del Volga.
La generación soviética se crió con deseo de trabajar. Los niños podían trabajar a partir de los 16 años, pero la mayoría de las veces los estudiantes y los escolares ayudaban gratuitamente en obras de construcción, granjas y otras industrias socialmente útiles. La foto muestra a jóvenes trabajadores en una mina en la región soviética de Donbass.
Participar en la construcción del metro era un sueño y un privilegio. Quien lo hacía podía contar con orgullo a sus hijos y nietos su vital contribución a la sociedad.
Muchas mujeres estudiaron en escuelas de formación profesional y se graduaron en asignaturas técnicas. Cualquiera que esté familiarizado con el cine soviético sabrá que mostró de manera romántica la imagen de la juventud trabajadora.
La industrialización, los planes quinquenales, los estajanovistas de la era de Stalin… La industria se desarrolló a una velocidad vertiginosa. En 1940 el número de mujeres empleadas en la industria había alcanzado el 41%, frente al 28% en 1929.
La ingeniería mecánica requería una formación especial y gozaba de un gran prestigio entre las profesiones laborales. Uralmash sigue siendo una de las plantas más grandes de Rusia. Produce equipos de alta tecnología para diversas industrias, desde la metalurgia y la minería hasta la energía.
Lo más probable es que se trate de una escena montada. Es difícil imaginar a las trabajadoras con pañuelos blancos deslumbrantes y esos claros vestidos. Muchos fotógrafos y escritores fueron invitados (o enviados) a varias obras de construcción para glorificar el nuevo mundo que se está construyendo en la URSS. El ejemplo más famoso es el elogio que numerosos artistas y fotógrafos hicieron al canal del mar Blanco, a pesar de que fue construido por prisioneros del gulag. La foto muestra un proyecto similar, el canal Dniéper-Bug (actualmente en Ucrania).
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el número de trabajadoras creció en un 50%, ya que reemplazaron a los hombres que habían partido al frente.
En la URSS no existía el concepto de profesión femenina o no femenina. Las mujeres no eran consideradas de ninguna manera como el sexo “débil”. Trabajaron tanto en las industrias más complejas de alta tecnología como de mano de obra
Había un respeto mutuo entre los compañeros y las compañeras. Todos se llamaban entre sí továrishch (camarada), que es neutral desde el punto de vista del género. Y nadie habría soñado con hacer referencias fisiológicas de ningún tipo.
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