“Ven a mí, hermano, a Moscov [Moscú, nombre de la ciudad en ruso antiguo]”. Esta es la primera mención de Moscú en los anales. Así, según El códice de Hipacio, el príncipe Yuri Dolgoruki de Rostov-Súzdal citó al príncipe Sviatoslav Ólgovich de Nóvgorod-Séverskoie a una reunión en un lugar llamado Moscov (Moscú). Se reunieron el 4 de abril de 1147 - concluyeron una tregua temporal en la guerra principesca. Al día siguiente de la llegada de Sviatoslav, Yuri organizó un gran banquete (“una cena fuerte”), y un día después los príncipes intercambiaron regalos y se marcharon.
Esto no significa que Moscú se fundara en 1147 y fuera Dolgoruki quien lo hiciera. Ésta es sólo la referencia escrita más antigua al topónimo “Moscú” que se ha encontrado hasta la fecha.
'Yuri Dolgoruki ordena construir una nueva fortaleza en Moscú', por Apollinari Vasnetsov.
Dominio públicoEl códice de Hipacio es un libro manuscrito de 307 grandes hojas, que se conservaba en el monasterio Ipátiev de Kostromá. El códice fue copiado por al menos cinco compiladores diferentes a partir de varias otras crónicas alrededor de la década de 1420. Los sucesos de 1147 están reescritos a partir de la Crónica de Kiev, que fue escrita en el siglo XII; no se han encontrado los originales.
Si el cronista mencionó el nombre del lugar sin explicarlo, esto significa que la gente del siglo XII ya sabía muy bien qué era Moscov (o Moscú). Así lo confirman otras dos menciones:
1) La carta de corteza de abedul nº 723, Nóvgorod, no anterior a la década de 1160. El autor de esta nota Dushila escribe: “Fui a Kuchkov”.
2) El códice de Hipacio, 1176, explica que Kuchkov y Moscú son un mismo lugar: “Moscú rekshe Kuchkovo”.
'La carta de corteza de abedul nº 723' que menciona a 'Kuchkov' (Moscú).
Reserva del Museo Estatal de NóvgorodKuchkovo era uno de los pueblos del centro de Moscú. Alexánder Véksler, primer arqueólogo jefe de Moscú, que supervisó directamente las excavaciones en el centro de la ciudad en las décadas de 1990 y 2000, escribe que el “campo de Kuchkovo” era el nombre de la zona alrededor de la calle Srétenka. Véksler y otros arqueólogos encontraron hallazgos que confirman la mayor antigüedad de la ciudad.
Alexánder Veksler (a la izq.) examina un hallazgo arqueológico durante las excavaciones en la plaza Manézhnaia de Moscú.
Oleg Lástochkin/SputnikA finales de la década de 1990, Véksler realizó una datación por radiocarbono de muestras de carbón vegetal del suelo cercano al Kremlin. Las primeras muestras de carbón databan del año 890 d.C.. Esto significa que ya entonces, cerca del actual Kremlin, había un edificio: casas con tierras de cultivo y huertos.
En el territorio del Kremlin también se encontraron atesoramientos de monedas del siglo IX, que demuestran que el asentamiento comerciaba con países lejanos, por ejemplo con Armenia o con la antigua ciudad de Merv. Entre los hallazgos de la plaza Manézhnaia se encuentra un ánfora bizantina del siglo XII. Todo ello, según Veksler, “subraya el carácter poco ordinario del primitivo asentamiento”. Según declaró en una entrevista, “creo que en 1147 ya existía un asentamiento establecido en el territorio de la capital, con numerosas aldeas eslavas alrededor”.
Monedas árabes de los siglos VIII-IX halladas en Moscú.
Instituto de Arqueología de la Academia Rusa de las CienciasEn el territorio de la Moscú moderna también hay restos de asentamientos mucho más antiguos. Cerca del pueblo de Kolómenskoie se descubrieron asentamientos de la cultura Diákovo (siglos VII-V a.C.). Y los yacimientos del Neolítico (hasta hace 4000 años) se encontraron en el noroeste: en Jimki, Serébrianni Bor, Stroginó y Shchúkino.
'El códice de Hipacio', el ejemplar más antiguo que se conserva.
Yuri Káver/SputnikEl destacado urbanista soviético, el doctor en Geografía, Gueorgui Lappó, escribió: “En la inmensa mayoría de los casos, los asentamientos que se convirtieron en ciudades no pensaron en una ‘carrera’ urbana. Por lo tanto, la aparición de un asentamiento no puede considerarse el nacimiento de una ciudad”. Recordemos que en el territorio de San Petersburgo había antiguos asentamientos, lo que no cambia la fecha de su fundación: 1703. Sin embargo, San Petersburgo tuvo un fundador. En el caso de Moscú, no se conserva ninguna fecha concreta para la fundación de la ciudad.
La aparición de la primera fortaleza tampoco puede considerarse como el origen de una ciudad, ya que no todas las fortalezas se convirtieron en ciudades. Los arqueólogos están seguros de que la fortaleza que en el territorio del Kremlin existía en 1156 no era la primera fortaleza moscovita. Y, sin embargo, si existió una fortificación más antigua, aún no se han encontrado ni datado sus restos.
El actual arqueólogo jefe de Moscú, Leonid Kondrashov, lo confirma: “en el territorio de la capital se encontraron numerosos objetos del siglo XI, asentamientos eslavos del siglo X”. Sin embargo, como recuerda Kondrashov, “existe una tradición bien asentada según la cual la edad de la ciudad viene determinada por la primera mención cronística”. Así pues, para aumentar la edad de Moscú necesitamos hallazgos arqueológicos más serios y el consenso de la comunidad científica.
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