Rascacielos legendarios de Moscú: una casa con entrada al metro que tuvo que ser ‘congelada’ (FOTOS)

Konstantin Kokoshkin/Global Look Press
No hay muchos edificios en el mundo que puedan presumir de tener su propia entrada al metro. Te contamos la historia del rascacielos estalinista de la Puerta Roja (Krásniye vorota).

Dirección: calle Sadóvaia-Spásskaia, 21

Años de construcción: 1947-1953

Qué hay dentro: complejo residencial, bloque administrativo, boca de metro

Cómo se construyó

Puerta Roja e Iglesia de los Tres Santos en Moscú (principios de 1900).

La construcción de este edificio, como de todos los demás “rascacielos estalinistas”, empezó en 1947 con motivo del 800º aniversario de Moscú. El sitio para su construcción no fue elegido por casualidad.

Rascacielos en la Plaza de la Puerta Roja de Moscú.

En el siglo XIX, en el lugar de este rascacielos estaba la casa del poeta ruso Mijaíl Lérmontov y la iglesia de los Tres Santos, donde fue bautizado. Y luego, hasta 1927, estuvo allí la Puerta Roja (Krásniye vorota), un gran arco dedicado a la victoria del ejército ruso en la batalla de Poltava. La Puerta Roja fue demolida para construir una nueva plaza, llamada Lérmontovskaia. La plaza sigue llevando este nombre en memoria del poeta, y el rascacielos de Stalin fue apodado “la casa de la Puerta Roja”, en recuerdo del arco.

Rascacielos en la Puerta Roja. Cruce de la calle Sadovo-Chernogriázskaia.

El proyecto de la casa implicaba que justo en ella estaría la entrada al metro. Ninguno de los siete rascacielos estalinistas tuvo que enfrentarse a tal desafío. Los arquitectos Alexéi Dushkin y Borís Mézentsev se dieron cuenta de que sería realmente difícil combinar un edificio de gran altura y una entrada al metro: el inestable suelo moscovita, las vibraciones... Pero todo se complicaba por el hecho de que el subterráneo y el rascacielos debían construirse simultáneamente (normalmente, primero se construían todos los locales subterráneos y luego se levantaba la casa). Sin embargo, los dirigentes soviéticos no quisieron perder un año y medio y apostaron por un experimento increíble.

Construir la ‘torre de Pisa’ sobre las aguas del suelo congeladas

Vestíbulo de la estación de metro moscovita Lérmontovskaia (actualmente Krásniye vorota).

Tras empezar a excavar el subsuelo, los constructores vieron que la zanja de cimentación se llenaba inmediatamente de agua subterránea. Y los cimientos del rascacielos tenían que levantarse muy cerca del vestíbulo de la futura estación. Entonces, a los ingenieros de Metrostroy se les ocurrió una solución insólita: decidieron congelar todas las aguas subterráneas hasta que el edificio estuviera terminado.

Los constructores excavaron 230 pozos de 27 metros de profundidad e introdujeron en ellos unas columnas especiales, que mantuvieron todas las aguas subterráneas de la obra a -20ºC. Esto provocó que el suelo se hinchara (su volumen cambió debido a la presencia de agua en su interior, que se convierte en hielo durante las heladas), pero Dushkin y Mézentsev tuvieron en cuenta este factor. Empezaron a construir el rascacielos inclinado para que, cuando el agua del suelo se descongelara, el edificio no se derrumbara debido al desplazamiento del centro de gravedad. En 1950, cuando las aguas empezaron a descongelarse, la casa ya construida tomó por su propio peso la posición correcta.

La última tecnología y la boca de metro en tu propia casa

El rascacielos, junto con la aguja, tiene 138 metros de altura y 24 plantas. El acabado exterior, como corresponde a los ambiciosos proyectos de la época de Stalin, se hizo con los materiales más caros y de mayor calidad: piedra caliza natural y granito rojo, pero los interiores se hicieron de forma mucho más modesta que en otros rascacielos. En el vestíbulo central se utilizó acero inoxidable en lugar de granito y mármol por razones de practicidad, y no se colocaron en absoluto los adornos que se pueden ver en otros rascacielos (por ejemplo, no hubo paneles con los que solían decorar las paredes y el techo).

Pero los pisos, como en otros rascacielos, estaban equipados con la última tecnología: frigoríficos, muebles empotrados, fregaderos con una trituradora para residuos de gran tamaño. Había un avanzado sistema de ventilación y filtración de aire del polvo, y la temperatura en el interior del edificio cambiaba según la estación.

La aguja del rascacielos de la Puerta Roja de Moscú. Vista suroeste hacia el Kremlin y más allá.

En la actualidad, la parte principal de los locales del rascacielos está ocupada por la Corporación Transstroy, y en una de las plantas construyeron el restaurante Lérmontov -los moscovitas aún recuerdan dónde estaba la casa del poeta-. La estación de metro Krásniye vorota sigue funcionando y, tal y como fue diseñada, se puede acceder a ella a través del edificio.

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