El metro de Moscú cuenta con 333 km de vías, 200 estaciones y 12 líneas. Es uno de los medios de transporte más importantes de la capital y famoso en todo el mundo por su arquitectura. Sin embargo, lo más importante del metro es la gente que lo utiliza.
Entre semana casi 9 de millones de pasajeros utilizan el metro cada día para desplazarse por la capital rusa.
La gente pasa horas de una lado para otro, rodeada de personas completamente desconocidas.
El metro tiene su vida vida propia. Las parejas se besan y se citan en las estaciones, llevan a sus mascotas con cuidados, los niños tratan de acertar los nombres de las estaciones y todo el mundo se maravilla con las vistas de las estaciones abiertas, como las de Izmailóskaya o Vorobiovi Gori. La megafonía repite mecánicamente los mensajes y en las puertas está escrito: NIE PRISLONYATSIA (No apoyarse).
Por la tarde la gente lee un libro o navega por la Red. La gente vende juguetes, cosas para casa, calendarios y cosas por el estilo.
Cada moscovita tiene sus propias historias relacionadas con el metro: cómo ayudó a alguien que se quedó enganchado entre las puertas, viajes en vagones decorados con citas de García Márquez, encuentros inesperados......
... o las veces que han tenido que correr por las escaleras mecánicas o se quedaron ellos mismos atrapados.
Durante el día, cuando todavía no es la hora pico, los músicos entretienen a los pasajeros con acordeones, violines, contrabajos y demás instrumentos.
Todas estas historias sobre la vida subterránea de la ciudad se muestran en la cuenta de Instagram de @tirrey.
“Durante cinco años he estado tomando fotos del metro de Moscú, con mi teléfono mientras iba y venía a trabajar. He soñado durante cinco años con hacer una exposición sobre ello. Finalmente tengo tiempo y me he atrevido".
“Simplemente imprimí las mejores fotos, las coloqué dentro de los vagones y de las estaciones, hice un video con mi cámara Go Pro y mi teléfono. (...) Es proyecto se llama Memento Metro, una referencia al memento mori. Quiero que la gente recuerde que es el metro, que esa historia tuvo lugar ahí mismo y que nunca más volverá a ocurrir.
"La gente en el metro tiene un aire vulnerable y tenso. Eso me parece que tiene un atractivo especial y trato de captar ese momento. Para mí la muestra es infinita y el propio metro es una enorme sala de exposiciones".