Fueron muchos sus motivos para viajar a Rusia: desde la historia, la literatura o la cultura, pero también los clásicos de cine de Sergéi Eisenstéin o las películas modernas de Andréi Tarkovski o Alexander Sokúrov. En julio de 2016, y a pesar de no conocer a nadie ni saber hablar el idioma, Emiliano y su novia decidieron sacar los billetes y viajar a Rusia.
Cuando llegaron a San Petersburgo el argentino compró una cámara soviética fabricada en 1988 por la Asociación Mecánica Óptica de Leningrado (LOMO, por sus siglas en ruso) y la utilizó para fotografiar durante su estadía. “En fotografía me interesan especialmente las ciudades y el paisaje urbano. En ese sentido Moscú o San Petersburgo, que son las ciudades más grandes de Rusia, me resultaban sumamente atractivas como experiencia urbana”, cuenta Emiliano Cabrera en una entrevista a RBTH.
Plaza Roja, Moscú. Fuente: Emiliano Cabrera
“Moscú me pareció una especie de paraíso urbano, por su monumentalidad, los materiales de la ciudad y los secretos que guarda. Lo que allí registré son los ejemplos de arquitectura constructivista, los edificios de la época de Stalin de los años 1930-1950 y todo lo incomprensible que para un latinoamericano es una ciudad como Moscú: las dimensiones, la traza, el alfabeto cirílico y el idioma”.
Moscú. Fuente: Emiliano Cabrera
Curiosamente, San Petersburgo le pareció menos interesante que Moscú, ya que, según él, la “Venecia del norte” se parece bastante a otras ciudades europeas.
El constructivismo fue un movimiento artístico de vanguardia nacido en Rusia a principios del siglo XX, después de la revolución de 1917. Un ejemplo de ello, que se retrata en la serie, es la torre de Shújov, también conocida como la torre Shábolovka, construida en Moscú entre 1920 y 1922 para la red de radiodifusión rusa y que hoy en día permanece en riesgo de derrumbe.
Torre de Shújov. Fuente: Emiliano Cabrera
“Buscaba huellas del pasado reciente y lo que encontré fueron monumentos como la torre de Shújov, edificios que pertenecieron a antiguas fábricas, o viviendas que quedaron en estado de abandono”, cuenta el argentino. Para Emiliano Cabrera, Rusia es un país enigmático y misterioso. “Creo que esa estética del abandono mezclada con el pasado comunista en medio de una ciudad gigante como Moscú son elementos atractivos para casi cualquier fotógrafo”, comenta y agrega: “Es notable como una cámara soviética sacó a la luz y sintetizó todo el misterio y la tensión que yo estaba buscando”.
Moscú. Fuente: Emiliano Cabrera
En sus caminatas por la ciudad no percibió grandes contrastes entre riqueza y extrema pobreza. “Lo que sí encontré fueron los enormes barrios de monoblocs, todos iguales, que para mí son especialmente interesantes”, dice Emiliano.
Emiliano no tuvo mucho tiempo para entablar amistades en Rusia, sin embargo no sintió la sensación de que los rusos fueran fríos o violentos. Al contrario: “Incluso ante la imposibilidad de comunicarnos debido a que la otra persona no hablaba inglés ni español, ni yo entendía ruso, había un esfuerzo y una especie de cariño al querer explicarle algo a la otra persona”. “En otros países si no hablás inglés no intentan explicártelo”, agrega.
Fuente: Emiliano Cabrera
En uno de los museos que visitó, una señora le intentó indicar en qué salas podía entrar según la entrada que había adquirido. “Yo pretendía explicarle en español y ella me respondía en ruso, obviamente estuvimos 10 minutos hablando sin poder descifrarnos pero tuvo toda la voluntad de hacerme entender”, recuerda Emiliano.
En su portafolio se pueden encontrar imágenes de Buenos Aires, La Habana, Berlín, Moscú o San Petersburgo, pero solo en las ciudades rusas usó la cámara soviética. Cuando Emiliano regresó a Argentina decidió sacar fotos en Buenos Aires trasladando una mirada enigmática, como si todavía continuase en Rusia.
Fuente: Emiliano Cabrera
“Entonces fui y fotografié el Hospital de Clínicas, o la Facultad de Medicina de la UBA, empecé a buscar ejemplos de arquitectura moderna que de alguna manera se hayan visto influenciados por el constructivismo ruso”, dice Emiliano. Otro ejemplo es el complejo habitacional Simón Bolívar, en Parque Chacabuco. Para él, la estética peronista fue muy influenciada por la Unión Soviética.
Fuente: Emiliano Cabrera
“Si uno mira lo que se construyó durante el peronismo podrá notar paralelos con la arquitectura soviética. Pero también puede hallar ideas similares en el estado de bienestar o en la educación pública y de calidad. Fue la época de los grandes relatos, de las luchas obreras, de la organización de los sindicatos”, concluye Emiliano.
Para ver más fotos de Emiliano Cabrera visite su página web.
Los palacios de la cultura soviéticos en imágenes
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