Un enorme brazo mecánico encerrado dentro de un cubo de cristal sumerge un cepillo en un conjunto de pinturas y, como un artista real, pinta el paisaje circundante. Las personas que pasan también acaban siendo plasmadas (a su manera) en el lienzo. Tan pronto como un nuevo individuo aparece en el campo de visión del robot, este lo añade a la obra dando nuevas pinceladas. El resultado es algo parecido a lo que podríamos ver en una exposición de Claude Monet. Los visitantes del parque Sokólniki de Moscú fueron testigos de esta curiosa escena durante el verano.
El robot ejecutó casi 56.000 pinceladas en el transcurso de dos semanas, utilizando hasta cuatro litros de pintura y produciendo dos cuadros. La máquina fue desarrollada conjuntamente por la compañía rusa de tecnologías interactivas Hello Computer, el fabricante japonés de robots FANUC y Rosbank, propiedad del grupo Société Générale.
El robot escaneó los colores de la ropa de los moscovitas paseando por el parque y luego los aplicó al lienzo, Russia Beyond contactó con Ekaterina Kovaliova, cofundadora y gerente de relaciones públicas de Hello Computer.
Mientras trabajaba en las pinturas, el robot escaneó a más de 4.500 transeúntes. En el sitio web del proyecto, todos pueden encontrarse en la versión digital de los paisajes. "Cada uno de los participantes fue coautor del trabajo del primer robot impresionista", afirma Kovaliova.
De acuerdo con el director técnico de Hello Computer Maxim Yajóntov, el robot fue enseñado a sostener y usar un pincel como Monet por un artista real, que pasó largas horas haciendo pinceladas para enseñar el brazo robótico a hacer los mismos movimientos.
"El primer triunfo técnico para el equipo de programadores fue el momento en que el robot aprendió a dibujar una cara sonriente. El entrenamiento del robot era comparable con la enseñanza de un niño", dice Ekaterina Kovaliova con una sonrisa.
Los autores del proyecto se burlan de que el robot no sólo ha heredado los manierismos estilísticos de un artista humano, sino también las emociones humanas: "Resulta que el robot artístico puede comportarse como un ser humano". Una vez durante los ensayos, hizo una cruz sobre un cuadro que estaba prácticamente terminado... ¡Parece que no estaba del todo satisfecho con el resultado!”
Kovaliova dice que el objetivo principal del proyecto es aprovechar las últimas tecnologías para llamar la atención sobre el arte convencional. "Un robot no puede competir con un artista humano cuando no es un caso de hacer copias. Este robot fue enseñado a dibujar por nuestro equipo y su desarrollo depende enteramente de nuestro desarrollo", dice Maxim Yajóntov.
Vale la pena señalar que este no es el primer “robot artista”, pero, en palabras de Ekaterina Kovaliova, la principal ventaja que la empresa de robótica Hello Computer tiene sobre todos los demás proyectos similares es que "este es un robot interactivo que reúne a miles de personas y los hace co-autores de la pintura".
1. ¨Can not Help Myself¨ es una instalación imponente de los artistas Sun Yuan y Peng Yu, que tiene el mérito de ser la primera obra de arte robótica del Guggenheim.
2. Parte instalación y parte performance en vivo, utiliza un sistema robótico de Staubli para pintar capas de gráficos (abstraído de la ciudad) en una serie de esferas a escala humana.
En el año 2011, el artista experimental Patrick Tresset presentó su propia máquina de dibujo - llamada 'Paul' - que dibujó retratos en un estilo muy parecido al del proyecto de mascotas de Google.
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