Resulta increíble pero este buque de 1904 no solo forma parte de la Armada de Rusia sino que sirve activamente. En 1912 se estableció como barco de rescate submarino Voljov (actualmente, Komumuna), se botó al año siguiente y en 1915 se unió a la Flota del Báltico.
La construcción del buque fue única. El acero especial utilizado por la compañía Putilov hace que el casco del barco siga en perfectas condiciones hasta hoy, más de un siglo después de la botadura. Desgraciadamente, este método de producción de acero se perdió durante el turbulento periodo de la revolución rusa y la guerra civil.
El Voljov no se diseñó para hacer la guerra y no tenía armas. El objetivo principal de este buque catamarán era rescatar submarinos y servir a estos aparatos en aguas abiertas.
Durante la Segunda Guerra Mundial el Voljov sirvió como una base flotante para los submarinos de la Flota del Báltico. Llevaba hasta diez torpedos extra y reservas de combustible. Además, podía dar alojamiento a 60 marineros.
Entre los buques que rescató se encuentra el ruso AG-15 (en condiciones de tormenta) y los submarinos de clase Bars. También sacó del agua un submarino británico HMS L55 que se había hundido en 1919 en el Golfo de Finlandia tras una colisión con los destructores soviéticos Gavril y Azard.
En 1922 el barco fue rebautizado con el nombre Kommuna (Comuna, en español), un nombre que se mantuvo tras la caída de la URSS. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió con éxito como base de reparación de submarinos y ofrecía un lugar para atracar a los submarinos soviéticos de clase M.
Desde 1967 el Kommuna ha formado parte de la Flota del Mar Negro, con base en Sebastopol, Crimea. La tripulación ha aumentado de 23 a 41 personas.
El Kommuna ha rescatado más de 150 buques en total, aunque no solo se ocupa de submarinos. En el año 1977 rescató un avión Su-24 que se había hundido.
Obviamente, el tiempo no pasa en vano y el Kommuna tiene que someterse a procesos constantes de renovación y modernización. El buque está equipado con un ROV sumergible Saab Seaeye Panther Plus, que puede detectar objetos a una profundidad de hasta 1 km. Incluso el viejo piano con el que se presentó el barco en 1914 ha sido restaurado y ha vuelto a estar en funcionamiento.
El Kommuna ha tenido una vida muy larga. Aunque otros proyectos navales de Rusia no han tenido tanta suerte. ¿Sabías que en el siglo XIX en Rusia se diseñaron unos barcos redondos? Lee este texto si quieres saber lo que pasó con ellos.
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