En la mañana del pasado 22 de febrero, el avión de combate ruso de quinta generación Su-57 se unió a la campaña militar contra los terroristas en Siria.
Junto con otros aviones rusos, el arma más avanzada de Moscú se ha unido a la lucha contra el Estado islámico.
El Su-57 probablemente no ha recibido el encargo de erradicar a los grupos terroristas en Siria, pero su objetivo consiste en limitar la gama de actividades de estos en determinadas regiones, contó Víctor Murajovski, redactor jefe de la revista Arsenál Otéchestva.
“El objetivo de cada misión de combate es realizar ataques quirúrgicos usando el más avanzado armamento del Su-57, y no necesariamente arrasar con los terroristas”, cree el analista.
En preparación para la operación en Siria, la Corporación de Misiles Tácticos creó tipos especiales de misiles y ojivas guiadas de precisión específicamente pensadas para el Su-57. Los fabricantes de armas rusos y el Ministerio de Defensa, sin embargo, no revelarán el tipo exacto de nuevo armamento que el avión utilizará en batalla, ni el costo de las operaciones de combate del caza de quinta generación.
“La misión ahora consiste en ponerlos a prueba en condiciones reales de batalla e integrar a la quinta generación de cazas con las fuerzas de inteligencia y de ataque de Siria”, dijo el experto.
Los aviones atacarán objetivos desde una altura de al menos 5.000 metros, lo que significa que no podrán ser alcanzados por los sistemas portátiles de misiles antiaéreos que los terroristas tienen en su arsenal.
“Los militares no permitirán que se repita la historia de cuando un avión de ataque Su-25 fue derribado por un sistema de misiles tierra-aire Iglá, acontecido cuando el avión descendió a 2.000 metros para atacar a los enemigos”, dijo Murajovski.
Comentó que el Su-57 probablemente llevará a cabo misiones durante dos o tres meses.
“Esta es precisamente la duración de una misión de guerra para los pilotos rusos de la Fuerza Aérea. Después de eso, los aviones volverán a su base y serán reemplazados por un nuevo grupo de cazas y bombarderos”, concluyó Murajovski.
El avión más moderno debe estar armado con las armas más modernas. Además de los misiles aire-aire y aire-superficie, así como un cañón de 30 mm, el Su-57 podrá usar un amplio abanico de bombas, que en lugar de colgarse de anclajes bajo las alas, se ocultarán dentro del avión para reducir la vulnerabilidad al radar enemigo.
En el transcurso de la campaña siria, la Fuerza Aérea rusa ya ha ensayado varias armas utilizadas ahora por los cazas de quinta generación. En particular, se trata de la bomba aérea incendiaria de alto explosivo OFZAB-500, y de la bomba termobárica ODAB-500PMB, que están siendo consideradas para formar parte del arsenal fijo del Su-57.
Las pruebas de armas para el Su-57 se vienen realizado simultáneamente con las pruebas de vuelo, y a partir de 2020 la Fuerza Aérea Rusa equipará a sus aviones con las armas más modernas.
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