El pasado 24 de septiembre, Rusia anunció la entrega de un sistema de defensa aérea S-300 a Siria para proteger los cielos del país contra huéspedes no deseados.
El nuevo complejo, que consiste no sólo en un vehículo lanzador y cargador, sino también va equipado con sistemas de inteligencia de señales, llegará a la región en un plazo de dos semanas y monitorizará la situación de su entorno.
¿Pero en qué se diferencia el S-300 del S-200 de la era soviética? ¿Y por qué el ministro de Defensa ruso ha tomado esta decisión en particular después de la muerte de 15 oficiales en la tragedia del Il-20?
Recordemos que hace una semana, el 17 de septiembre, un avión de reconocimiento ruso Il-20 fue derribado sobre Siria. Los quince miembros de su tripulación perdieron la vida como resultado de ello.
Según Rusia, el avión fue derribado por error por un misil sirio de un sistema S-200, que había sido disparado contra aviones de combate F-16 israelíes que atacaban Siria. Sin embargo, el piloto de uno de los F-16 consiguió eludir el ataque redirigiéndolo hacia un avión ruso que tenía una superficie reflectante más grande, lo que provocó que un “objetivo amigo” fuera derribado en el cielo.
Moscú tomó inmediatamente las medidas necesarias para evitar que algo así se repitiera, equipando las defensas aéreas de Siria con sistemas que son el doble de buenos que los presentes en la actualidad. A pesar de su antigüedad, el S-300 sigue siendo uno de los mejores sistemas de defensa aérea del mundo, junto al estadounidense Patriot.
El formidable sistema de defensa aérea S-300VM (actualmente en camino hacia Crimea, para ser entregado por la flota rusa del mar Negro a Damasco) puede detectar objetivos aéreos a una distancia de 400-500 km. Además, sus estaciones de radar pueden “ver” hasta 65 blancos en el aire al mismo tiempo, y el sistema puede disparar de 6 a 12 “cañones” simultáneamente.
Sorprendentemente, tras haber fijado un objetivo, el complejo S-300VM sólo necesita 7,5 segundos para preparar un misil para su lanzamiento. Si los vehículos que los cargan están en posición de transporte y no de disparo, no necesitan más de seis minutos para preparar los lanzadores para entrar en acción.
La diferencia fundamental entre el S-200 y el S-300 es que este último puede ocuparse eficazmente de todas las aeronaves y misiles modernos utilizados por los opositores al régimen sirio.
Por ejemplo, el S-300 puede eliminar a cazas y bombarderos de última generación que utilizan tecnología furtiva. El S-300 puede derribar misiles de crucero Tomahawk (una de las principales armas de ataque de los destructores estadounidenses) y misiles balísticos con un alcance de hasta 2.500 km, así como misiles de corto alcance lanzados desde países vecinos contra los residentes de Damasco.
No sólo eso, el equipo de camino a Siria puede funcionar incluso cuando sus sistemas han sido suprimidos por interferentes u otros medios de guerra electrónica.
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