El entrenamiento con estas unidades está pensado para que imagen del adversario sea más familiar para los pilotos estadounidenses, dado que unos segundos de parálisis o duda ante el contrincante puede acabar con la muerte. Los “agresores” imitan el colorido y las características técnicas de los aviones enemigos.
Por ejemplo, en la base de Nellis (Nevada), es normal ver aviones pseudorrusos de color gris y azul, aunque también hay camuflaje desértico.
Uno de los últimos ejemplos de este tipo de estrategias la vimos en un F-16 que ha sido pintado con un camuflaje que imita al del Su-57. Pincha aquí para verlo.
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