El modelo a escala de un portaaviones de última generación del proyecto 11430E Lamantín fue presentado el 10 de julio en San Petersburgo por la Oficina de Construcción del Nevá, que forma parte de la Corporación Unificada de Astilleros (OSK).
Como ha indicado la agencia información TASS, que ha tomado nota de los detalles del nuevo proyecto, el buque tiene por objeto garantizar el despliegue de un grupo aéreo con diversos aviones a bordo para atacar objetivos aéreos, terrestres y marítimos, garantizar la seguridad los grupos navales de combate o proteger a las tropas de desembarco contra ataques enemigos.
Según la agencia, el buque nuclear, de 350 metros de eslora, tendrá un desplazamiento de entre 80.000 y 90.000 toneladas. Con una autonomía de unos 120 días, podrá desarrollar una velocidad de hasta unos 30 nudos. Su vida útil se estima en 50 años.
La cubierta del navío, que podrá albergar a 2.800 tripulantes, acogerá hasta 60 aviones, incluidos cazas pesados y ligeros, helicópteros, así como aviones de detección y mando y unos 10 vehículos aéreos no tripulados.
Las informaciones preliminares indican que se espera que la construcción comience en 2023.
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