En los próximos cinco-siete años, los rusos podrán imprimir su propia comida en una impresora 3D, y los dispositivos serán tan accesibles como, por ejemplo, las aspiradoras. Así lo explicó Dmitri Peskov, jefe de prensa del presidente Putin, en la conferencia “El futuro de la humanidad y el futuro de la ‘energía verde’: juntos o en contra”, informa Lenta.ru.
Tal y como explicó, ya se imprimen productos alimentarios, pero su uso es aún muy limitado. Hay pasteles que se decoran con ayuda de impresoras. Sin embargo, con el tiempo llegarán al mercado dispositivos masivos y baratos.
Peskov subrayó que la tecnología debe combinarse con otra tendencia que está ganando impulso, la producción de carne vegetal para todo el mundo. Esta impresión de alimentos contribuirá a la “transición verde” porque se utilizarán ingredientes vegetales para la elaboración de los productos.
El desarrollo de impresoras 3D para alimentos está en la hoja de ruta de FoodNet de la Iniciativa Tecnológica Nacional (NTI). FoodNet hace referencia al mercado de tecnologías, productos y servicios en el ámbito de la producción y el consumo de alimentos. Se supone que las empresas rusas podrán ocupar una importante cuota de mercado con la ayuda de productos innovadores.
Según la hoja de ruta, la fecha límite para la producción de alimentos en casas con una impresora 3D es 2028. A escala industrial, el deseo de utilizar la tecnología fue anunciado por KFC, que quiere producir nuggets de pollo impresos.
En el estudio conjunto publicado en marzo, Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon Corporation afirmaron que en 2035 una décima parte de la carne, los huevos, los productos lácteos y el marisco del mundo se producirá a partir de proteínas alternativas.
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