Así explora el Ártico la plataforma autopropulsada rusa resistente al hielo ‘Séverni Polius’

Sputnik
Es capaz de llegar a su lugar de trabajo, permanecer a la deriva en el océano Ártico hasta dos años y regresar a puerto sin la ayuda de un rompehielos.

Según la web ArticRussia, la plataforma Séverni Polius (“Polo Norte”) es capaz de realizar investigaciones geológicas, acústicas, geofísicas y marinas en las condiciones árticas más duras. Incluso a temperaturas de hasta 50 °C bajo cero, se cree que puede ofrecer unas condiciones de vida y trabajo confortables a los investigadores y la tripulación.

La botadura de este titán de los mares se produjo en diciembre del 2020.

La plataforma está diseñada para funcionar durante 30-35 años, teniendo en cuenta las reparaciones medias, por lo que los exploradores polares rusos deberían disponer de una base fiable hasta 2050 como mínimo.

Ígor Shumakov, jefe de Roshidromet, declaró en su momento a los periodistas que la plataforma 'Séverni Polius' ofrece nuevas oportunidades para obtener información sobre las condiciones del hielo a lo largo de la Ruta del Mar del Norte. La información recogida permitirá prever con mayor precisión los cambios en el océano Ártico y desarrollar las rutas más convenientes y seguras para los buques.

A bordo de la 'Séverni Polius', que tiene 67,8 m de eslora, 22,5 m de manga y 8,6 m de calado, con un desplazamiento de unas 7.500 toneladas, hay 15 laboratorios donde los investigadores pueden trabajar todo el año. La plataforma tiene una apariencia peculiar, parecida a la de un cachalote, para que, de esta forma, se pueda aprovechar el máximo espacio posible destinado a almacenar combustible.

La velocidad en el agua y entre el hielo no supera los 10 nudos (unos 18,5 km/h). El casco y la cubierta son dobles y lo más simples posible, todo con el objetivo de reforzarlos para que el navío resista los embates del hielo en el mar.

La 'Séverni Polius' cuenta, por cierto, con una plataforma de aterrizaje de helicópteros para que el navío sea lo más accesible posible.

La plataforma de investigación, con una tripulación formada por 14 personas, a la que hay que añadir 34 miembros del personal científico, sustituye a las expediciones rusas al Ártico basadas en témpanos de hielo organizadas desde la década de 1930.

Como indica Topwar.ru una plataforma autopropulsada como base para una estación de investigación tiene ventajas obvias sobre un témpano de hielo. Es seguro, predecible y manejable. Además, el navío puede acomodar más equipos científicos con mayor comodidad y eficiencia, así como garantizar su suministro de energía y su pleno funcionamiento. Finalmente, es más fácil organizar la comodidad adecuada para la tripulación y los científicos.

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