El sistema de lanzamiento Alexéiev/Sujói Albatros, propuesto en 1974, habría lanzado un transbordador espacial soviético a lomos de un avión espacial portador, lanzado desde una barcaza hidrodeslizante. Nunca se llevó a cabo, pero este es el aspecto que habría tenido.
El canal de YouTube "Hazegrayart" ha creado más de 100 vídeos bellamente renderizados imaginando el lanzamiento o el funcionamiento de algunas de las aeronaves y naves espaciales más extrañas jamás propuestas en la realidad o en la ciencia ficción.
Uno de los vídeos del canal imagina el lanzamiento de un transbordador espacial de la era soviética propuesto por el fabricante aeronáutico Sujói, conocido por sus cazas a reacción, y el especialista en hidroplanos/vehículos de efecto suelo Rostislav Alexéiev, probablemente más conocido como diseñador jefe ekranoplano conocido como “Monstruo del Caspio”.
‘Monstruo del Caspio’
airwar.ruComo explican en Building Tech el Alexéiev/Sujói Albatros, era un sistema de lanzamiento de tres etapas capaz de enviar un transbordador espacial hacia el cielo sin necesidad de una plataforma de lanzamiento o incluso una pista. Todas las etapas serían recuperables y reutilizables.
El sistema consistía en una barcaza hidroala de 70 metros de eslora y 229 toneladas de desplazamiento que transportaría un lanzador Albatros de ala triangular, alimentado y equipado con un cohete de oxígeno líquido/hidrógeno líquido capaz de producir 91.298 millones de kN de empuje.
El portador llevaría en su lomo el transbordador espacial Albatros Raketoplán, mucho más pequeño, de 49 metros y sólo 160 toneladas de peso, alimentado y equipado con su propio cohete de 320,1 millones de kN.
El diseño preveía que el avión portador de segunda etapa lanzara los cohetes, reponiendo el combustible sobre la marcha a partir de una reserva de 180 toneladas situada en la barcaza. Esto aceleraría la barcaza hidroala, tras lo cual la resistencia se reduciría considerablemente y la barcaza alcanzaría una velocidad de lanzamiento de unos 180 km/h, menos de dos minutos después del encendido de los motores.
En ese momento, el avión portador tendrá suficiente sustentación para despegar, tras lo cual elevará la lanzadera a gran altura antes de que se separe y siga orbitando con la energía de su propio cohete, mientras el avión portador desciende de nuevo a la Tierra y aterriza.
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