Elena Erjova acaba de volver de Vietnam pese a sus 89 años
Ekaterina Pápina“Hasta ahora no había vivido la vida de verdad”, escribe esta mujer de 89 años originaria de la ciudad siberiana de Krasnoyarsk (3.350 km al este de Moscú). Elena Erjova, que cobra cada mes 10.000 rublos de pensión (155 dólares), viaja sola por el mundo y sorprende a los turistas que va encontrando en su camino por su agilidad.
En su juventud Erjova no viajó mucho: nunca encontraba el momento. Cuando Elena tenía 15 años, Alemania invadió la Unión Soviética. Esta joven campesina se fue a trabajar en los servicios de la retaguardia. Después llegó el momento de restablecer el país, devastado por la guerra. Y al poco tiempo cayó el telón de acero y la mayoría de los ciudadanos soviéticos ya solo podían soñar con viajar a los países capitalistas. Durante estos años Elena únicamente pudo viajar a distintos lugares de la URSS: estuvo en San Petersburgo, Lituania y Kazajistán. Elena no comenzó a viajar más allá de las fronteras del antiguo bloque socialista hasta los 83 años: la pensión y el tiempo libre se lo habrían permitido antes, pero no lograba decidirse.
Ekaterina Pápina
Erjova cobra una pensión por haber trabajado en la retaguardia durante la Segunda Guerra Mundial, además vende flores y hace costuras por encargo. Cada mes cobra 155 dólares y una vez al año se marcha de viaje en busca de nuevas aventuras. Elena viaja a la antigua: sin teléfono móvil, pero con cámara de fotos y mochila. El avión es su medio de transporte favorito. “Al principio me daba miedo, no había volado nunca”, recuerda—. “Pero ahora me he acostumbrado y hasta le he cogido el gusto. No me da nada de miedo”.
Ekaterina Pápina
La “abuelita Lena”, como Erjova prefiere hacerse llamar, suele viajar a la República Checa muy a menudo. En Karlovy Vary ha estado cinco veces ya.
“Me oriento mejor allí que en Krasnoyarsk” — comenta Elena riéndose —. “Aquí no salgo de casa más que para ir a comprar, pero allí hay muchísimas cosas interesantes”. La abuelita Lena se encontraba en este famoso balneario checo por motivos de salud cuando conoció a unos nuevos amigos: unos emigrantes rusos de Alemania.
Hicieron tanta amistad que en la siguiente ocasión Elena viajó a Alemania a visitarlos. Lo que más le gustó de aquel país desconocido fueron las tiendas y su enorme surtido de productos. Es algo comprensible si tenemos en cuenta que Elena ha vivido la guerra, el hambre, el sistema de racionamiento durante la posguerra y el eterno déficit de productos soviético.
A esta ágil anciana no solo la admiran en Alemania. En otros países Elena ha recibido en muchas ocasiones la atención y la ayuda de muchos migrantes y turistas: la han llevado a conocer los lugares de interés de cada lugar, la han invitado a comer, enseñado los alrededores, etc.
Ekaterina Pápina
Después de uno de estos encuentros, Erjova se convirtió en una celebrity rusa. La moscovita Ekaterina Papina se encontraba de vacaciones en Vietnam y se encontró con Elena desayunando en el hotel.
Las dos turistas comenzaron a hablar y Ekaterina, sorprendida, hizo que la abuelita disfrutara al máximo de sus vacaciones. Lena se dio una vuelta en moto, tomó cócteles y probó las mejores delicatesen locales.
Cuando volvió a Rusia se dio cuenta de que era famosa. Papina había escrito entusiasmada sobre ella en su perfil de Facebook y en dos semanas la historia fue compartida casi 15.000 veces. Ahora los turistas acosan a la viajera: se presentan en su casa y la llaman por teléfono. Pero Elena no se enfada. “Me gusta que todo el país me conozca”, reconoce.
La abuelita Lena ahora tiene cuentas en Instagram y en Facebook, aunque no las lleva ella misma, cuenta con la ayuda de los periodistas y de su nieto. Las agencias de viajes ofrecen a esta nueva estrella tours muy baratos, Sberbank le ha prometido una nueva tarjeta con mucha ventajas y viajes a cualquier parte del mundo. Lena ha viajado a Israel, donde se bañó en el mar y montó en camello.
Para su 90 cumpleaños Erjova quiere viajar o a Italia o a la República Dominicana. “Aquello es un verdadero paraíso, según dicen”, asegura.
Un grupo de jóvenes rusos viajan por el mundo sobre sus bicicletas, animando a sus crecientemente obesos y perezosos compatriotas a llevar un estilo de vida sano y popularizando el ciclismo en Rusia.
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