Patmos: ¿Por qué los turistas se vuelven locos por esta pequeña isla? (FOTOS)

Kirill Kujmar/TASS
Patmos es una isla griega famosa por ser un lugar de peregrinaje cristiano donde se dice que Juan de Patmos (San Juan el Teólogo) escribió ‘El Libro de las Revelaciones’. Sin embargo, existe una segunda isla “Patmos”, en las montañas de Altái, en Siberia. Entonces, ¿cuál es la conexión, si es que hay alguna, entre ellas?

Las afueras del pueblo de Chemal, en las montañas de Altái, son un destino turístico muy popular. La gente viene de todo el país para pasear por las montañas, pescar en los fríos ríos siberianos y también para visitar este lugar sagrado.

La pequeña isla de Patmos está situada en las afueras de Chemal, en medio del río Katún. Está conectada con el “continente” por un puente peatonal colgante.

Cualquiera puede visitar esta isla, si no tiene miedo a las alturas; después de todo, el puente se eleva 15 metros sobre el río y se balancea con el viento.

En efecto, el nombre de Patmos proviene de la isla griega de Patmos, donde vivió y rezó el santo apóstol Juan el Teólogo. Según la leyenda, tuvo una visión de dos templos que flotaban sobre la tierra en lados opuestos del mundo. En la isla griega se encuentra uno de los mayores monasterios de Juan el Teólogo, fundado en 1088.

Islas de Gracia y de Altái

Por su parte, la Patmos de Altái fue consagrada en 1855 y, en 1915, se trasladó allí la iglesia de madera de San Juan el Teólogo (construida en 1849) de Chemal.

Patmos en Altái, años 20.

Sin embargo, no funcionó durante mucho tiempo. Fue destruida por los bolcheviques durante la “lucha contra la religiosidad” en la década de 1920. Sólo en el año 2000 se reconstruyó una nueva iglesia de San Juan Evangelista basada en imágenes antiguas.

“Una naturaleza muy hermosa, las rocas son majestuosas, el río mismo parece tan tranquilo, pero tan poderoso y las nubes cuando se reflejan en el agua - simplemente te olvidas del paso del tiempo... Una isla maravillosa y sólo puedes soñar con ir allí alguna vez”, escribe Olga Artiujova. 

¡No hay duda de que hay que visitar este lugar si se está en las montañas de Altái”, añade Galina Sneguireva.  Una hermosa vista y una interesante experiencia al caminar por el puente colgante. El puente está abierto hasta las 7 de la tarde, luego cierra, pero puedes ir al mirador y disfrutar del silencio, cosa que no puedes hacer durante el día, ya que el lugar está muy concurrido durante toda la temporada.

Además del templo de madera, se puede encontrar una imagen de la Virgen María tallada en roca de la isla.

Como ya se ha dicho, en verano hay muchos turistas en Altái y a menudo hay colas de espera para cruzar este puente. Al fin y al cabo, ¡todo el mundo quiere hacerse una foto espectacular!

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