Esta joya del norte de Rusia data de 1714. Según la leyenda, su constructor utilizó un hacha y ni un solo clavo en erigirla. Después, lanzó el hacha al lago Onega para que nadie pudiera repetir su logro.
Esta iglesia octaédrica de varios niveles tiene un total de 22 cúpulas. Junto con otra iglesia de madera, un campanario y una valla perimetral, forma el conjunto arquitectónico de Kizhí Pogost, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Si no hubiera sido por casualidad histórica, Vladímir podría haber acabado siendo la capital de Rusia y entonces esta iglesia, en lugar de la catedral de San Basilio de la Plaza Roja, sería la más famosa del país. También inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, la catedral de la Dormición fue construida en 1158 bajo el reinado del príncipe Andréi Bogoliubski (también conocido como Andréi el Piadoso), hijo de Yuri Dolgoruki, fundador de Moscú.
A lo largo de la historia de la catedral le han pasado todo tipo de cosas. A principios del siglo XIII, por ejemplo, los mongoles le prendieron fuego, y la esposa y la hija del príncipe de Vladímir, que se habían escondido en su interior, murieron entre las llamas. En el siglo XIX, frescos de Andreí Rubliov (el famoso pintor de iconos de finales del siglo XIV y principios del XV) fueron descubiertos accidentalmente durante los trabajos de restauración.
Otra iglesia más de la época de Andréi Bogoliubski, es posiblemente el símbolo más famoso de su poder y la prosperidad de su Principado Vladímir-Súzdal. Según el artista y restaurador de arte Ígor Grabar, la iglesia de la Intercesión en el río Nerl es la iglesia más cercana al ideal jamás construida en Rusia.
El edificio de piedra blanca no está lejos de la confluencia de los ríos Nerl y Kliazma y, debido a la proximidad del agua, la pradera alrededor de la iglesia se inunda a menudo, mientras que la iglesia permanece en su colina, pintorescamente rodeada de agua.
Hay muchas leyendas sobre la muerte del príncipe Dmitri, hijo de Iván el Terrible. La más popular es que fue apuñalado hasta la muerte por órdenes de Borís Godunov, hambriento de poder, pues Dmitri era el único heredero del zar (si no contamos a otro hijo, mentalmente discapacitado, llamado Fiódor).
En el lugar de su muerte, a orillas del río Volga, en el kremlin de Úglich, se construyó una iglesia, primero de madera y luego de piedra (1692).
En su interior se conservan increíbles frescos del siglo XVIII que representan a Dmitri y a su crimen.
Esta asombrosa iglesia se eleva sobre los acantilados que dan a la costa de Foros, en la parte más meridional de la península de Crimea. Fue construida en 1892 y conmemora la milagrosa supervivencia de la familia imperial rusa a un accidente de tren mientras se dirigía a Crimea. Tras el accidente, el zar Alejandro III sostuvo el techo del vagón sobre sus hombros hasta que llegó ayuda.
Después de la Revolución de 1917, la iglesia fue cerrada y saqueada. Durante la Segunda Guerra Mundial, un destacamento del Ejército Rojo estuvo estacionado entre sus muros, y la iglesia sufrió graves daños durante un ataque aéreo nazi. Luego, durante el período soviético, hubo varios intentos de demolerla para construir primero un sanatorio y, más tarde, dachasestatales. Pero a pesar de todo esto, la iglesia sobrevivió milagrosamente. Después de la perestroika (las reformas liberalizadoras de Gorbachov en la década de los 80), se volvió a abrir a los fieles.
Una de las iglesias rusas más raras, fue una vez parte de la hacienda Dubróvitsi, que pertenecía a familias nobles de Moscú. Hoy en día, en el lugar hay un restaurante y una oficina de registro civil en la antigua casa solariega, y el lugar está repleto de recién casados que posan para hacerse fotografías con esta hermosa iglesia como telón de fondo.
Fue construida a finales del siglo XVII por arquitectos italianos desconocidos, invitados por el príncipe Golitsin, entonces tutor de Pedro el Grande y propietario de la finca. En la época soviética, el campanario fue volado. Al mismo tiempo, la iglesia fue convertida en museo y luego cerrada.
Una deslumbrante catedral celeste y de estilo barroco isabelino, fue la primera catedral construida en Rusia para los marineros militares. Fue construida a mediados del siglo XVIII como iglesia regimental de la rama naval de la Guardia Imperial que vivía cerca en cuarteles.
La iglesia permaneció abierta durante el período soviético, y los servicios religiosos se celebraron allí incluso durante los duros años de hambruna del asedio a Leningrado. Aquí se celebró el entierro de la célebre poetisa Anna Ajmátova. Todavía se realizan allí servicios conmemorativos para marinos y submarinistas fallecidos.
La catedral fue construida en 1811 por orden del emperador Pablo I, que quiso que la estructura se asemejara a la de la basílica de San Pedro en Roma y eligió él mismo el diseño arquitectónico. Es la catedral principal de la ciudad y sirvió como iglesia ceremonial de la familia imperial. Sus 96 columnas forman una amplia columnata frente a la avenida Nevski. El edificio está revestido de piedra natural, incluyendo travertino, mármol carelio, pórfido y jaspe.
En su decoración trabajaron los mejores pintores y escultores de la época, entre ellos Karl Briulov y Vladímir Borovikovski. Aquí se guardan los trofeos militares de la victoria sobre la Francia napoleónica y el mariscal de campo Kutúzov, principal héroe de esa guerra, está enterrado aquí.
Durante la época soviética, la catedral albergaba el Museo de Historia de la Religión y el Ateísmo, mientras que las reliquias de los santos estaban escondidas en el ático. El iconostasio único de plata se perdió, siendo fundido. Los servicios religiosos se reanudaron en la década de los 90.
La construcción de la catedral se inició en 1818, con el emperador Alejandro I y se terminó en 1858, durante el reinado de Nicolás I. El arquitecto Augusto de Montferrand dio literalmente su vida por la construcción de la catedral y murió pocos meses antes de su finalización.
Durante el sitio de Leningrado, valiosas exposiciones de otros museos fueron trasladadas a esta catedral. Los lugareños sabían que los alemanes usaban el alto edificio como punto de referencia para su artillería y, por lo tanto, no lo bombardearían.
La columnata de la catedral de San Isaac es uno de los miradores más altos de la ciudad y una de sus atracciones turísticas más populares.
Esta catedral fue construida entre 1555 y 1561 por orden de Iván el Terrible para conmemorar la victoria sobre el kanato de Kazán. Su nombre formal es catedral de la Intercesión de la Virgen junto al foso. La catedral contiene hasta nueve iglesias, una de las cuales está dedicada a Basilio el Bendito, un santo de Moscú. Según la leyenda, Iván el Terrible ordenó que los arquitectos que habían construido esta hermosa iglesia fueran cegados para que nunca pudieran repetir o superar su diseño.
En 1812, cuando las fuerzas francesas se retiraban de Moscú, quisieron volar la catedral, pero no tuvieron tiempo suficiente para seguir adelante con su plan. A finales de la década de 1920, los bolcheviques decidieron demolerla, pero el arquitecto y restaurador Piotr Baranovski acudió en su defensa, incluso enviando un telegrama a Iósif Stalin. Como resultado, la catedral fue abandonada, pero su defensor fue arrestado y enviado al Gulag por “actividades antisoviéticas”. Durante el periodo soviético, el edificio albergó un museo histórico y arquitectónico. En la década de los 90 se reanudaron los servicios religiosos, y la iglesia fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Y, por supuesto, se ha convertido en uno de los principales lugares de obligada visita en la antigua capital de Rusia.
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