Fotograma de la película 'La muerte de Stalin' (2017) de Armando Lannucci.
Free Range FilmsPoca gente se creyó la versión oficial de la muerte de Stalin, que tuvo lugar el 5 de marzo de 1953. De hecho, la idea de que murió de un derrame causado por una enfermedad surgió en el propio Kremlin.
Portada del diario francés 'l'Humanite' del 7 marzo de 1953 que informa sobre la muerte de Iósif Stalin.
Global Look PressEl historiador Guennadi Kostrichenko afirma que Nikita Jrushchov le dijo a periodista francés en 1956 que Stalin murió tras una gran disputa con un grupo de oficiales de alto rango que se rebelaron e incluso amenazaron al líder soviético.
Los camaradas de Stalin estaban descontentos con los planes para deportar a los judíos soviéticos a Siberia, dijo Jrushchov. Esto ocurrió durante el llamado 'complot de los médicos' cuyas víctimas fueron, sobre todo, judías.
Nikita Jrushchov e Iósif Stalin en 1936.
Global Look PressJrushchov no fue el único en hacer estas afirmaciones. El historiador afirma que el escritor Iliá Ehrenburg se lo dijo también al filósofo Jean-Paul Sartre. Según el vívido testimonio de Ehrenburg el plan de Stalin se encontró con una gran oposición y el mandatario amenazó a sus subordinados.
Pero estos no fueron intimidados y ellos mismos amenazaron con llamar al ejército al Kremlin si Stalin no daba a torcer su plan de exilio a los judíos. Uno de los supuestos conspiradores se deshizo de su carnet del Partido y se lo tiró a Stalin a la cara. Incapaz de superar la humillación, Stalin tuvo un infarto y murió.
Hay muchos que afirman que esta historia no es cierta. Los historiadores coinciden en que no hay evidencias acerca de los planes de Stalin para deportar a los judíos, ni en los archivos personales del líder soviético ni en los del Partido. Además, no está claro si Jrushchov volvió a hablar de esta historia. No hay referencias a los planes de deportación en sus memorias. La historia pudo haber sido una manera de limpiar la cara al sucesor de Stalin.
Según otros Nikita Jrushchov fue el principal artífice de la muerte de Stalin. En una ocasión Jrushchov hizo unas declaraciones públicas que podrían tomarse como una muestra de la muerte premeditada de Stalin.
Durante la recepción de bienvenida a una delegación procedente de Hungría, en un evento público en julio de 1964, Jrushchov comenzó a hablar de Stalin y dijo: “Ha habido muchos dictadores brutales en la historia de la humanidad, pero todos murieron bajo el hacha, de la misma manera que ganaron el poder con el hacha”. En la transcripción del discurso publicado por los periódicos soviéticos se omitieron estas palabras.
En la fila del medio, de la der. a la izq.: Nikita Jrushchov y Lavrenti Beria entre otros funcionarios en la procesión funeraria de Iósif Stalin.
RIA NovostiAlgunos, como el historiador Alexánder N. Duguin, creen que el hombre con el hacha era el propio Jrushchov. Argumenta que poco antes de su muerte, Stalin trató de despedir al ministro de Seguridad Estatal, Semión Ignátiev, y a su patrón, Jrushchov. Pero este decidió actuar antes y por eso lanzó una conspiración contra Stalin que también acabó también con la vida de Lavrenti Beria, el poderoso jefe de la policía secreta.
Lavrenti Beria es otro sospechoso aspirante al asesinato de Satlin. Era la segunda persona más poderosa del país y es posible que tuviera miedo de una purga. Por eso, antes de convertirse en uno de los objetivos principales, atacó primero.
Máscara mortuoria de Iósif Stalin, expuesta en el Museo de Historia Política Rusa de San Petersburgo.
Alexánder Demyanchuk/RIA NovostiSegún el libro Cómo fue asesinado Stalin, del historiador Nikolái Dobriuja, Beria envenenó a Stalin. Utilizó para ello unos venenos raros, de serpiente o araña. El historiador se basa en unas palabras del que fuera ministro de Asuntos Exteriores, Viacheslav Mólotov, según las cuales, tras la muerte de Stalin, Beria afirmó que había sido el “el que salvó a todos de Stalin”.
Lo más probable es que la muerte de Stalin siga siendo un tema abierto a la especulación, aunque hay una cosa clara, tras recibir la información del derrame de Stalin, los oficiales no se dieron mucha prisa en llamar a los doctores. Otro detalle extraño es que oficialmente se anunció que Stalin había tenido un derrame en el Kremlin, cuando en realidad tuvo lugar en su dacha. Tampoco están claros los informes médicos acerca de su muerte, por lo que los misterios continúan.
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