Olga era natural de Pskov y gobernó la Rus de Kiev durante 15 años como regente de su joven hijo Sviatoslav. La princesa fue la primera gobernante rusa que abrazó el cristianismo, y en el siglo XVI fue canonizada. “Brillaba entre los paganos como una perla en el barro”, escribió un cronista sobre Olga.
Esta formidable bestia fue plasmada en el escudo de Pskov por una razón. Simbolizaba la disposición de los habitantes de Pskov a enfrentarse valientemente al enemigo, ya que la ciudad había sido durante mucho tiempo un importante puesto avanzado del Estado en el noroeste.
Los turistas suelen llamar kremlin a la fortaleza de Pskov, pero su nombre correcto es krom. Gracias a su ubicación, la fortaleza siempre ha sido difícil de conquistar. Se alza sobre un cabo alto con fuertes pendientes, protegido por el río Psková a un lado y el río Velíkaia al otro.
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